El siglo IX el cristianismo vivía la convulsa relación oriente-occidente que acabó con el cisma y separación de ambas iglesias. En este contexto aparece el futuro Juan VIII un partidario del diálogo en época de confrontación.
Antes de llegar a Roma en 848, había viajado por todo Europa, de monasterio en monasterio, llegó a las mas poderosas cortes. Conoció a la Emperatriz Teodora y a Carlos el Calvo, también a rabinos y grandes personajes de la historia. Nadie le extrañó su "fraternal" amistad con estudiantes masculinos.
Cuando fue elegido Papa su apuesta por el dialogo Oriente-Occidente topó con la nobleza romana. Cuando quedó embarazado el escándalo estalló.
¿Qué había ocurrido? Hay dos teorías:
1) En un mundo de hombres se disfrazó para poder acceder al mundo del conocimiento y de la política.
2)Era un intersexual femenino con clítoris hiperdesarrollado, en muchos casos se les confunde con el sexo masculino.
Todo indica que murió durante el parto. Sus sucesores borraron toda referencia a él, jamás existió. Cuando un nuevo Papa aceptó el nombre de Juan optó nuevamente por ser Juan VIII. Todos los datos sobre este Papa fueron borrados y destruidos. Tal era y es aun hoy la aversión del Vaticano hacia la mujer que aun está marginada totalmente de sus órganos de poder o decisión.
La suplantación de Juana obligó a la Iglesia a proceder a una verificación ritual de la virilidad de los papas electos. Un eclesiástico estaba encargado de examinar manualmente los atributos sexuales del nuevo pontífice a través de una silla perforada. Acabada la inspección, si todo era correcto, debía exclamar: "Duos habet et bene pendentes"(Tiene dos, y cuelgan bien)
Bueno, es una curiosa leyenda, que nadie se preocupó de desmetir, que tuvo un efecto bola de nieve.Existen en el Vaticano dos de esas sillas que son de marmol y que se llaman curiales, pero su significado nada tiene que ver con lo que se manifiesta en la leyenda y en la ceremonia de papificación. Jamás se le han tocado los pelendengues al futuro papa, ni está ni estuvo en el ceremonial.Podríamos usar la dicha popular y extenderla a su vez que dice: " al Obispo de San Mamés le llegan los huevos hasta los pies".Lo que no es óbice,obstáculo o valladar para reflexionar el cómo, y el porqué, nacio y extendió este rumor.Tendríamos que reunirnos en la biblioteca Vaticana y seguramente analizar las diatribas de Mailly o las apología de Panvinio, lo cierto es que si hubo un Papa que tuvo una amante llamada Juana, fué Juan XII y a éste le llamaron burlescamente la "Papisa".
ResponEliminaTutte le cose possiedono una dimensione teologale,dal momento che tutte possono essere viste in riferimento a Dio o contemplate partendo da Dio.Quiero decir que el tema sigue latiendo,¿ pueden las mujeres ordenarse ? o ¿ puede una mujer ser Papa?...lo que sí estuvo claro que sí pudo ser la madre de Dios.
En efecto, es un mito que se originó a partir de rumores. No existe una sola fuente fiable que sustente que no fue un mito y sí alguien real.
ResponEliminaEs cierto que en el siglo XII el papa recién elegido se sentaba en una "silla estercolera" a la entrada de la basílica de Letrán y luego en las dos sillas curules de pórfido que nombra Nacho.
Recomiendo la lectura de este libro sobre el mito:
http://www.scribd.com/doc/36909394/Boureau-Alain-La-Papisa-Juana
Una de las sillas está en el Louvre, se la llevó Napoleón.
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