La policía sospechó que era fruto de un robo y empezó el interrogatorio. El joven no tardó en cantar. Admitió que cobró por tener relaciones sexuales con dos caballeros y suministró a la policía los nombres de otros dos chicos que ganaban dinero trabajando como prostitutos para un hombre llamado Charles Hammond. Éste tenía un burdel masculino en la calle Cleveland n° 19. En la Inglaterra victoriana de fin de siglo la prostitución y la homosexualidad estaban penadas y perseguidas implacablemente.
El príncipe Alberto, Duque de Clarence, fue el personaje más importante envuelto en el escándalo. |
La investigación se encargó a Frederick Abbertline, famoso por haber resulto el caso de Jack el destripador. Se detuvo a varios jóvenes prostitutos pero no delataron a los clientes. Pero la investigación pronto levantaró un monumental escándalo, al descubrirse la asistencia al burdel de destacados miembros de la nobleza, el Parlamento e incluso del propio entorno del Príncipe de Gales, futuro Eduardo VII. Por presiones de éste y del gobierno la prensa apenas se hizo eco de la historia, pero los debates en el Parlamento Inglés fueron acalorados y la oposición acusó al Premier de ocultar el escándalo.
Uno de los asiduos al burdel el segundo hijo del futuro Eduardo VII: El Príncipe Alberto, Duque de Clarence. Aun hoy los sectores mas conservadores lo niegan fervorosamente a pesar de conocerse la relación del príncipe con el burdel y el perjurio cometido por su abogado para defenderle. Algunos autores has argumentado que detrás de la figura de este bello príncipe se encontraba en realidad el mismísimo Jack el destripador.
También estuvo involucrado Lord Arthur Somerset, palafranero del futuro rey, quien pudo huir al extranjero junto al dueño del burdel Charles Hammond.
Finalmente la prensa se hizo eco, dándole un matiz populista y homofobo. Reforzando las actitudes negativas hacia la homosexualidad masculina, considerandola como un vicio aristocrático, presentando a los jóvenes de telégrafos como corrompidos por miembros de las clases superiores. En este clima se inició la persecución contra Oscar Wilde, años mas tarde.
L'article sobre el príncep a Wikipèdia dedica un capítol sencer a l'escàndol del carrer Cleveland: http://en.wikipedia.org/wiki/Prince_Albert_Victor,_Duke_of_Clarence_and_Avondale#Cleveland_Street_scandal.
ResponEliminaEn todas partes y a todos los niveles se cuecen habas... hipocresías moralinas cuando el escándalo afecta a las altas esferas: EL CLÓSET SIEMPRE HA SIDO EL AVAL DE LA HOMOFOBIA, en el XIX habría alguna escusa (aunque valientes como Ulrisch considerara impostergable salir del armario en 1862), hoy no la hay, pero los homosexuales que se dedican a la política y son influyentes, son los que abonan la discriminación. Gracias de nuevo, Leopold.
ResponEliminaLa aristrocacia burgesa de Inglaterra fué sempre sutil en esconder escandalos y taras de su sociedad que venden reputación ilivada,democrata
ResponEliminae seria en su jurisprudencia que no apagan el papel de su capitalismo saqueador de riqueza en LA,propiciador de guerras en el continente y asi desequilibrio e inestabilidad para bem usufruir,este fué el pecado de Bolivia,ser imensamente rico,entretanto pusilanime.
Como bien han mencionado, en las altas jerarquías sociales no es nada raro encontrar este tipo de casos. En México, también hubo un escándalo que involucró nada más y nada menos que al yerno de Porfirio Díaz. El evento pasó a la posteridad como el escándalo de los 41.
ResponEliminael de los "41 maricones"¡¡¡
ResponEliminapobre Oscar, la injusticia de la sociedad ..la ignorancia es el peor de los demonios para eliminar. Ls epoca victoriana estaba llena de vicios asesinos en serie,discrimen hacia los gays las mujeres no tenian derechos eran puros objetos, la ley favorecia a los ricos, la humanidad ha sido un asco y lo sigue siendo porque estas cosas siguen pasando, los que gobiernan se suponen que portegan a todos! incluyendo las minorias y no lo hacen..todo es una corrupcion. Una falsa moral es la que todo lo impone.
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