En la mas libertina que liberal corte de Luís XIV, destacaba por
encima de todos su hermano Felipe de Orleans. Éste siempre iba rodeado
de una corte de juerguistas, amantes entre ellos. Al mismo príncipe le encantaba vestirse con ropa femenina, especialmente la mas íntima.
Entre
este grupo había un joven, ni alto, ni agraciado, era el Príncipe
Eugenio de Saboya (1663-1736). Éste al llegar a los 20 años solicitó al
Rey Sol su ingreso al ejército francés, y le fue denegado. Su respuesta
fue vestirse de mujer y junto al Duque de Turena salir a perseguir
cortesanos. Pocos meses después taba al servicio del Emperador de
Austria.
El motivo de negársele la entrada en el ejercito francés no fue su homosexualidad, sino el hecho de que su madre, ex amante de Luís XIV, había caído en desgracia.
Militar de prestigio, considerado héroe
nacional en Austria. Luchó contra el turco, conquistó Belgrado, luchó
contra los borbones en España e Italia. De no haber abandonado España, la Guerra de Sucesión habría tenido un final muy distinto. Sus palacios en Viena o Berlín forman
parte de las rutas gays de estas dos ciudades. Uno de sus mas célebres palacios fueron los Belvederes de Viena.
Nunca se casó, su homosexualidad era conocida públicamente
y vivió gran parte de su vida con el marqués de Moussaye. Sus
compañeros de armas le llamaban "Marte sin Venus". Al morir fue
enterrado con todos los honores en la Catedral de San Esteban de Viena.
Una historia aleccionadora sobre el ejercito y la homosexualidad, hoy que tanto se tiende a confundir el tocino con la velocidad.
ResponEliminaLa historia militar y la homosexualidad han ido unidas siempre muy estrechamente. Los siglos XVII-XVIII no solo conocieron a Eugenio de Saboya, el propio hermano del rey mas princesa que principe de Orleans fue un aguerrido militar, uno de sus amantes, el duque de Lorena, también lo fue.
ResponEliminaEl problema es que mientras príncipes y arisócratas se ponían lencería fina en la intimidad, la iglesia perseguía a los disidentes acusandolos de sodomía en muchas ocasiones. Unos debian estar en el armario y otros lo lucian publicamente, así con el tiempo las relaciones homosexuales se realacionaron con la aristocracia decadente, un vicio dandy.
ResponEliminaSiempre ha habido esa doble barra de medir, todo un ejercicio de hipocresía.
ResponEliminaAsí es, querido Leopold, no olvidemos a Alejandro Magno y al hombre de todas las mujeres y mujer de todos los hombres, reina de Bitinia: Julio César... y tanto otros. Bella semblanza, gracias, una vez más.
ResponEliminavamos descubren que el agua moja , el libertinaje sodomita siempre a existido en el poder, quien manda puede practicarlo sin trabas
ResponEliminaEste debate sólo Demuestra que la mojigateria ha existido hoy y siempre, la identidad sexual de una persona no la hace mala o buena. En este caso se trata de un héroe patrio para austria y, sin duda, un gran estatega militar.
ResponEliminaLa homosexualidad del principe eugenio solo demuestra la mojigateria ha existido hoy y siempre, se rasgan las vestiduras ahondando en su identidad sexual y lo cierto es que.se trata de un heroe nacional para austria y sin duda un gran estratega militar.
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