Japón entre los siglos XVII y XIX desarrollo una importante y
floreciente industria de grabados de contenido erótico. Son los
denominados shunga. Estos grabados no acostumbraban a producirse como láminas sueltas, como hoy
los podemos visualizar, sino en rollos de formato horizontal.
El shunga ( «imágenes de primavera») es un género de producción visual
japonés que tiene como tema principal la representación del sexo. Hay quienes sostienen que el shunga tomo su fuente inspiracion en las
ilustraciones médicas que poblaban las paginas de los antiguos manuales
chinos, proceso que comenzara en la llamada Era Muromachi (1336-1573). Chou
Fang, el gran pintor erótico de la dinastía china T’ang, es considerado
como influyente en este desarrollo inicial del que despuntaran las
shungas.
En Japón está
vinculado principalmente con la producción gráfica conocida como
«estampas del mundo flotante", dentro del
período EDO (1603-1867). Se realizan a partir de imágenes de álbumes o de
ilustraciones de textos de la literatura popular de entonces, así como
con la producción pictórica de la época.
A pesar que su producción
estuvo marcada por regulaciones y prohibiciones por parte del gobierno,
la realización de este tipo de obras continuó prácticamente hasta
finales del s. XIX con la prohibición de material «obsceno». Las
escenas describían relaciones sexuales de todo tipo, incorporando en
ellas a los más variados actores de la sociedad japonesa de entonces,
como comerciantes o samurais, e inclusive seres fantásticos y
mitológicos.
El floreciente negocio que
representó llevó a que estos trabajos fueran firmados y sus autores
gozaran de notoriedad pública: Ishikawa Toyonobu 1711-1785, Suzuki
Harunobu, Miyagawa Choshun, etc.
Los shungas representan escenas de sexo
con total naturalidad, su contenido puede ser por igual heterosexual
como homosexual. A mediados del siglo XIX Japon inicia un proceso de
occidentalizacion que lleva paulatinamente a dificultar su desarrollo. Finalmente el Código civil de 1907, en su artículo 175, estableció penas
de cárcel contra la obscenidad, a partir de entonces los shungas
pasaron al mercado negro.
Gracias de nuevo, Leopold; conocía muchas imágenes pero no todos los datos que nos aportas. Un abrazo.
ResponEliminaTodavía me acuerdo cuando llegué a Japón en el 92, no había revistas porno en los kioskos, y si pillaba alguna en las librerías las fotos estaban censuradas, ja, ja, ja...
ResponEliminaLa de los dos soldados follando vestidos es exquisita!!!!
SaLu2
Y ahora la sociedad japonesa soporta algunas de las normas de moralidad pública más extrañas que uno puede imaginar.
ResponEliminaMuy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponEliminaMuy buenas las imágenes, las fotos de la escultura esta genial
ResponEliminaPues el Codigo Penal Japones criminalizara la pornografia pero bien que juegan con la sexualidad con las mangas y el hentai.
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