En una Inglaterra devastada por la Gran Guerra, el Coronel Víctor Barker apareció como un hombre raro, elegante, respetable y de impecables modales, era un caballero modelo. Pero bajo el uniforme del ejército Barker escondía un secreto increíble. En 1929, tras un juicio sensacional, el buen coronel fue condenado a nueve meses de prisión. Su matrimonio fue invalidado al descubrirse que su nombre legal era Valerie Lilias Arkell-Smith.
Nacida niña, aunque siempre habría preferido ser niño, pronto descubrió que le gustaban mas los caballos o las armas que las muñecas. Tras dos matrimonios, dos hijos y un sinfín de malos tratos en Australia empezó a vestirse como un hombre. Es entonces cuando adopta el nombre de Victor Barker, inventa un glorioso pasado militar y marcha a Inglaterra.
Allí, en 1923, conoce a Elfrida Haward, con la que se casa, viviendo en el Grand Hotel, de Brighton. Pero un tal "coronel" Victor Barker había estado un alto dirigente de la WRAF (Liga anticomunista, de corte fascista), se le confundió con él y se le invitó a formar parte de la organización. Víctor consideró que era una clara oportunidad para demostrar su masculinidad. Y se involucró con los grupos parafascistas llegando a salir con ellos de "cacería".
Pero tras una disputa sobre la financiación del partido fue detenido y empezó su calvario. Pudo salvar un primera condena, pero al descubrirse su identidad legal la condenaron a 9 meses por falsificar documentos públicos. Tras la condena vino el descrédito público y la ruina económica.
Optó por una nueva identidad, John Hill, fue expuesto como objeto de feria, robó y fue detenida nuevamente. Su vida fue publicada en varias revistas. pero murió solo y pobre en 1960. Su último nombre fue Geoffrey Norton.
DH Lawrence le cita, señalando el hecho de que su esposa siempre creyó estar casa con un hombre, como un ejemplo de la inmensa ignorancia sobre el sexo en la sociedad británica. (A propósito de Lady Chatterley.
Mas información:
Colonel Barker's Monstrous Regiment: A Tale of Female Husbandry , by Rose Collis, (Virago, 2001).
Una historia increible que al parecer no era tan rara.
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