En 1910 Magnus Hirschfeld investigando las conductas sexuales humanas creó la palabra "travestido", definiéndola como "el acto de vestirse con ropas del sexo contrario". Magnus lo veía como una perversión clínica.
Esta costumbre ya existía antes de 1910, de hecho existe en todas las edades del hombre. La mitología griega nos muestra dos casos bien conocidos y que afectan a Aquiles y Hércules. Cuando Ulises viaja a Esciros en su búsqueda, este estaba disfrazado de doncella. Hércules para seducir a la reina Onfalia se disfraza de mujer y vive como tal, mientras su amante opta por el rol del semidiós.
Encontramos emperadores como Heliogábalo o el propio Nerón que aparecían en público en muchas ocasiones vestidos con atuendos femeninos. El propio Zeus -Júpiter se transforma en mujer para seducir a la ninfa Calisto.
Pero fue entrado el siglo XVIII cuando se acuñó el término "eonismo" cuando un peculiar espía de Luis XV, el Chevalier d'Eon, se paseó por todas las cortes europeas con el nombre de Mademoiselle de Beaumont. Podéis encontrar la información en este artículo anterior: http://leopoldest.blogspot.com.es/2012/09/retrato-de-una-mujer-con-una-pluma-en.html
El eonismo es sinónimo del travestismo y debe diferenciarse de la transexualidad, pues define solamente los casos de hombres que optaron, por diversos motivos, por vestirse de mujer, sean o no transexuales.
En la misma corte de la reina Ana de Inglaterra encontramos a un primo suyo llamado Edwart Hyde. Éste al ser nombrado gobernador de Nueva York se vistió con trajes idénticos a los de su prima, en señal de agradecimiento: http://leopoldest.blogspot.com.es/2011/10/edward-hyde-el-gobernador-que-le.html
En la corte de Luis XIV la costumbre fue muy extendida. El propio hermano del rey, Felipe de Orleans y su séquito les gustaba pasearse por palacio vestidos con ropas femeninas. Ya antes lo hizo Enrique III y sus célebres mignons. Entre estos personajes de la corte francesa destaco al estrafalario Abad de Choisy: http://leopoldest.blogspot.com.es/2011/10/la-vida-alegre-del-abad-de-choisy.html.
No es una realidad propia de Europa. Los exploradores de las grandes llanuras americanas nos hablan de indígenas que vestían con ropas femeninas (los berdaches), o los que por mar llegaron a Tahití se encontraron también esta realidad: los Mahu. otro ejemplo es Perú donde a pesar de la prohibición esta costumbre llegó a la imagineria cristiana: http://leopoldest.blogspot.com.es/2012/08/toda-peruanidad-es-un-travestismo.html
El eonismo estaba considerado un "vicio" antisocial o antinatural y quien lo practicaba un delincuente y su persecución paralela a la de la sodomía. Hirschfeld crea el término travestismo para describir a aquellas personas que tienen urgencia por usar ropas del sexo opuesto. Él mismo peleó contra la idea de que todos los travestis fueran homosexuales, que por entonces era una concepción muy extendida dentro de la sexología. Separó, así, travestismo de homosexualidad, definiendo a esta última como una forma de actividad sexual invertida y al travestismo como una variante sexual que podía darse con diferentes prácticas sexuales. Ambas eran, no obstante, “variantes naturales” de la norma: la heterosexualidad.
Mas información:
Muy interesante Leopold, y bien ilustrado, como siempre chapó, una cosa nueva que no sabía, de las muchísimas que no sé, muchas gracias y un saludo.
ResponEliminaSe me había pasado leer este documento tuyo, excepcional... Muchas gracias
ResponEliminaMuy buen artículo.
ResponElimina