dimecres, 5 de desembre del 2012

LAS RELACIONES HOMOSEXUALES EN EL JAPON DEL SIGLO XVII

Las relaciones homosexuales en el Japón anteriors al siglo XX fueron frecuentes en determinados ámbitos, aunque generalizar-lo puede llevar a error.

Shunga s XVI

Los primeros jesuitas que llegaron al Japón quedaron "escandalizados" al ver la liberalidad con la que se vivía la sexualidad, especialmente las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, tanto mujeres como hombres. Uno de ellos, Francisco Cabral, envió un informe al Vaticano lamentándose de las dificultades que tenían en este país, en él señalaba la condena de la homosexualidad, ampliamente aceptada por la población, como el principal obstáculo para la cristianización del país.

"Tienen estos monjes en sus monasterios a muchos niños a los que enseñan a leer y escribir, y con otros cometen sus maldades, y está este pecado tanto en costumbre, que aunque parezca mal, no lo extrañan" "Por la calle nos gritaban: Estos son los que prohiben la sodomía, para aplicarla entre ellos" San Francisco Javier, "Carta sus compañeros de Goa. 

La homosexualidad era honrada en la vida militar, en la monástica e incluso en las clases medias japonesas y el mundo de la cultura. La literatura y el arte nos han dejado muestras de ello.

El Shudô era una tradición samurái parecida a la pederastia griega. El guerrero mas joven (wakashū) debía seducir al mayor ( nenja). Funciona en el ámbito pedagógico, en el militar o en el social. El siglo XVII estas relaciones se extendieron también entre las clases medias y los comediantes del Kabuki, en donde los actores optaban roles femeninos. Estos actores ejercían la prostitución fuera del teatro y rivalizaban con los kagema, los prostitutos que trabajaban el los burdeles.



Los jesuitas también informaron escandalizados de como estas relaciones se practicaban en los monasterios budistas, allí los monjes consideraban que la castidad se refería al sexo heterosexual. También la pederastia, el monje joven seducía al mayor, era la norma de estas relaciones.

Ihara Saikatu (1643-1693) era un poeta japonés que sostenía que las relaciones homosexuales entre jóvenes eran anteriores a las heterosexuales. Era un rico comerciante que tras enviudar se inició como monje budista. Tras viajar por distintos lugares del Japón decide iniciar sus narraciones sobre sus propias experiencias en los teatros y burdeles de Nagasaki, un mundo de kabukis, libertinos y cortesanas. Saikatu habla del amor entre mujeres (La vida de una mujer amorosa) en la que describe una escena de sexo lésbico entre la protagonista y una oficinista. O del amor entre hombres ( El gran espejo del amor masculinoen él recopilan 40 historias de relaciones homosexuales masculinas de todo tipo: entre hombres y muchachos, entre samuràis o entre actores de kabuki  y sus admiradores.



En esta época aparecieron las "estampas de primavera" (shungas) en las que se visualizaban las relaciones sexuales con total naturalidad, incluidas las homosexuales. Se trataba de grabados que no acostumbraban a producirse como láminas sueltas, como hoy los podemos visualizar, sino en rollos de formato horizontal. Su popularidad generó un negocio floreciente.


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