Las
mujeres y los hombres han intentado vivir con la persona amada en todas las
edades del hombre, fuera de forma legal o no. En muchas épocas encontraron
fórmulas legales o religiosas para poderlo hacer, en otras no. A estas fórmulas
les llamaré matrimonio, aunque sean distintas a lo que hoy entendemos como
matrimonio. Durante siglos el matrimonio era un pacto económico entre
familias, donde el amor o los sentimientos de los contrayentes no contaban para
nada.
También
debemos tener en cuenta que conceptos como homosexualidad, transexualidad o
lesbianismo no existían. Cuando se trate a las bodas de las guerreras
de las Grandes Llanuras o de la Inglaterra del siglo XVII es
muy difícil saber si uno de los dos componentes era una persona
transgénero.
BIBLIA
La Biblia nos ofrece los dos casos mas
antiguos conocidos. En Génesis 2,24 vemos como Rut y Noemi se unen, usando la
misma que en la unión entre Adam y Eva. Mas adelante en 1:16-17 dice: “No insistas más en que me separe de ti. Donde tu vayas, yo iré;
donde tu vivas, yo viviré; tu pueblo es mi pueblo, y tu Dios es mi Dios; donde
tú mueras, yo moriré y allí me enterrarán. Juro hoy solemnemente ante Dios que
sólo la muerte nos ha de separar”, son las mismas promesas que se
intercambiaban las parejas en las ceremonias de los matrimonios heterosexuales.
A esta unión se le llamará pacto
de hermanamiento (adelphopiesis). El siguiente caso que se nos
presenta es el de David con Jonatán, por quien sentía "un dulce amor
superior al que jamás sintió por las mujeres" (2 Samuel 1-26), cuenta
Samuel que al presentar Saul a su hijo "el alma de Jonatán se apegó a
la de David y le amó Jonatán como a sí mismo. Jonatán hizo pacto con
David, pues le amaba como a su alma, y quitándose el manto que llevaba, se
le puso a David, así como sus arreos militares, su espada, su arco y su
cinturón"."
CRISTIANISMO
Este tipo de uniones las volveremos a
encontrar al final del imperio romano en Oriente y se extendieron por la Europa
Occidental hasta el siglo XIV. Dos amantes se presentaban en la iglesia y
allí juraban de todas formas sobre un altar y lo anunciaban a la
comunidad en la puerta de la iglesia. A veces un sacerdote estaba como testigo,
pero al igual que los matrimonios heterosexuales no era la costumbre. Los
cristianos tenían su propio santoral: Felicitas y Perpetua, Cosme y Damián y
sobre todo Sergio y Baco. Posteriormente la iglesia cristiana transformó a los
amantes en hermanos y negó las evidencias.
Una de las evidencias de este tipo de
matrimonios está en la Biblioteca Nacional de Madrid. En él hay un grabado
procedente del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí, en él vemos al futuro
emperador Basilio I casándose con un rico comerciante de Patrás, en
este caso con la presencia de un obispo.
A partir del siglo XI empiezan a aparecer
casos similares en Europa. El mas antiguo lo encontramos en Galicia, en la
ermita de Santa María de Ordes, entre Pedro Díaz y Muño Vandilazen, siguen mas de 100 casos similares
documentados por John Boswell, entre ellos el de Eduardo II Plantagenet y Piers
Gavestón. De esta misma época son multitud de tumbas, con parejas del mismo
sexo, especialmente en Cambritge o en Estambul con lemas como esta: “El amor los unió en la vida. Que la tierra los una en la muerte”.
Poco sabemos de las uniones formadas por dos mujeres, Boswell señala su
existencia, también su poca información.
GRECIA Y ROMA
En las sociedades antiguas no cristianas
no acostumbraban a darse este tipo de uniones. Normalmente hombres y
mujeres vivían en espacios distintos y su vida sexual era independiente a la
unión oficial. En el mundo griego nos
encontramos a los tiranicidas fundadores de Atenas, Harmonio y Aristogitón,
símbolos de la democrácia y que formaron una unión que duró toda la
vida; no es el único caso, también podemos encontrar al general
Epaminondas que vivió en pareja junto a Pelópidas durante mas de 20 años.
Los romanos sí celebraron bodas entre
hombres, aunque en su época se viera como una excentricidad. Notorias
fueron las bodas del Emperador Nerón con Diosporo, primero y Esporo
después. También la del Emperador Heliogábalo con su esclavo, deseando ser su Emperatriz. Este Emperador llegó a buscar
un cirujano que le insertara una vagina.
TRIBUS AMERICANAS
Los exploradores europeos en América nos
hablan de unas guerreras que " juran y prometen
castidad y así no se casan ni conocen hombre de ninguna calidad, ni lo
consentirán aunque por eso las maten. Estas dejan todas las actividades de
mujeres e imitan a los hombres y realizan sus oficios como si no fuesen
mujeres. Traen el cabello cortado como los machos, van a la guerra y de cacería
con arcos y flechas ... y cada una tiene una mujer a su servicio y que le hace
de comer como si estuviesen casadas." (Pedro de Magalhaes).
Este caso fue documentado en las Amazonas,
pero el las Grandes Llanuras de América del Norte se han llegado a detectar 30
tribus distintas en las que una guerrera aceptaba a una mujer viuda (alhya) como su propia esposa y a sus hijos como
sus propios hijos. Desde jóvenes salían a cazar con los demás
guerreros, siendo aceptadas como tal. Hoy muchas de estas guerreras podrían ser
definidas como personas transgénero, pero seguramente también muchas de ellas
eran lesbianas. En la cultura
americana nativa que se creía que existían cuatro sexos: los hombres, las
mujeres, los berdaches y las Mohaves o Hwame, también se les podía conocer como Squaw. Tener en una familia a un miembro berdache o
Hwame se consideraba un privilegio.
INGLATERRA, SIGLO XVIII
El siglo XVIII aparecen varios casos de
matrimonios entre personas del mismo sexo en Inglaterra. Empiezan como un juego
divertido en los Molly House de la periferia londinense, lugar donde se
producían encuentros. A inicios del s XIX en un Molly llamado el Cisne Blanco
un sacerdote llamado John Church santificó varios matrimonios entre personas
del mismo sexo en nombre de la iglesia. Un nuevo intento lo realizó en su " Tabernácle Surrei". Las denuncias frustraron el intento.
En la misma Inglaterra encontramos en los
registros civiles una multitud de casos de matrimonios entre mujeres, aunque
solo en dos con los nombres de ambas: Hannah Wright y Gaskill
Ana en 1707 y el de Ane Norton y Alice
Pickford, un año mas tarde. Sorprende este dato, aunque aun hoy las
teorías son dispares.
Si se conocen muchos mas
casos en los que una de las dos utilizaba un nombre masculino. En algunos casos
eran engaño para conseguir una dote, en otros el amor era real. Robert Aldrich
señala que estas uniones fueron mucho mas flexibles que las
heterosexuales y siempre ejercidas en libertad y basadas en el amor y la
amistad. En la Abadía de Canterbury se encuentra la tumba espectacular de una
de estas parejas, la de María Kendall ,con
su amada Lady Cathaline , con el deseo de que su estrecha amistad junte
sus cenizas después de la muerte y hasta la eternidad.
CHINA
En China en la región de Guanddong (su ciudad mas importante es Cantón) durante varios
siglos existió la Sociedad de la Orquídea de Oro. Una sociedad
formada por mujeres que se negaban a tener relaciones con hombres. A esta sociedad acudían mujeres que deseaban formar una familia
con otra mujer,casándose con ella. Antes del celebrarse el matrimonio se
realizaba el noviazgo, (al) igual que en las relaciones heterosexuales. Cuando una mujer
quería casarse con otra acudía con regalos a la familia de la solicitada, si se
aceptaban estos se consideraba que el compromiso estaba aceptado. En la
ceremonia de boda las parejas se comprometían a ser fieles, a honrar a sus antepasados
y a sus respectivas familias. Las novias acudían vestidas con velos de color
rojo y peinadas con largas trenzas.
Una vez formada la familia podían
adoptar fácilmente, pues a la asociación acudían huérfanos o niños
abandonados con la esperanza de ser adoptados. Se les consideraba como
hijos propios y eran amados y educados como tal. Al morir las madres
ellos heredaban los bienes familiares. A inicios del siglo XX estas uniones fueron prohibidas, su
origen se cree es anterior al siglo XV.
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