dissabte, 18 de febrer del 2017

LOS "HERMANAMIENTOS" DEL EMPERADOR BASILIO I

Detrás de la historia de este ambicioso emperador bizantino se encuentran varios posibles pactos de hermanamiento.



En el Convento de Santa Catalina del Sinaí se encontraba una de las evidencias de la existencia del adephopoiesis que nos cita Boswell. En él se ve al futuro emperador Basilio I casándose con el joven Juan, en Patras. Este caso tiene una importante novedad, la unión es santificada por un obispo. Sólo en caso de importantes dignatarios ocurría, lo normal era dos personas en sagrado pactando ante dios, unión que después era validada por un clérigo. Hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid. 



Tras su cautiverio en Bulgaria, el joven Basilio regresó en la más absoluta de las pobrezas. Pronto supo utilizar su relación con distintos hombres influyentes para ir escalando en su situación social. Uno de ellos era Nicolás de San  Diomedes,  con quien estableció un primer pacto (adelphopiesis) según Boswell: "Por la mañana se fueron junto a los baños y tras cambiarse de ropa entraron en la iglesia para establecer una unión formal entre ambos.” (1)

Después vino Teófilo que vio en el "un aspecto masculino y fuerte",  nombrándolo su asistente personal para "poderlo amar mas cada día" Fue un escalón mas en su camino hacía el poder.

Es en este contexto en el que conoce a una rica viuda de Patrás, llamada Daniela, y entra a formar parte de su entorno. Allí conoce a su hijo, Juan, parece ser que fueron amantes y, según Boswell, todo indica que realizaron un nuevo hermanamiento, lo más parecido a un actual casamiento, en esta ocasión con la presencia de los clérigos bendiciendo esta unión.



Tras esta “boda” pudo entrar en palacio, donde sedujo al joven emperador Miguel III: "Estaban tan unidos que lo hizo su compañero de alcoba, sustituyendo a los eunucos". Seducido el monarca, Basilio lo asesina y ocupa en solitario su lugar. Boswell sugiere que entre ambos pudo realizarse un nuevo pacto de hermanamiento, pero en este caso no se dispone de pruebas fehacientes.

(1) Las Bodas de la semejanza, John Boswell.


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