En todas las épocas de la humanidad ha habido
personas que han intentado conseguir unirse a su pareja por encima de leyes que
lo impedían.
Marcela y Elisa eran
dos maestras gallegas que vivían en secreto su relación amorosa. Un día
sintieron la necesidad de oficializar su amor y decidieron casarse por la Iglesia. Para
engañar al sacerdote, Elisa se hizo pasar por Mario y llevó al altar a su
amada, hija de un capitán del ejército. Ocurrió en A Coruña, el 8 de junio de
1901.
Antes ya habían
sufrido la represión familiar que las había intentado separar en varias
ocasiones. Al final Elisa creó una personalidad falsa, Mario, justificó un
pasado ateo de su padre para engañar al cura quien le dio la primera comunión.
Tras ganarse su confianza logró que las casara, sin saber que era un engaño.
“Un matrimonio sin
hombre” fue el tituló que utilizó "La Voz de Galicia" para escandalizar a la
población. (1) La noticia corrió como la pólvora. Esta publicación
sensacionalista y el reconocimiento de Marcela de que «Elisa y Mario son una misma persona, pero
que tiene más de hombre que de mujer» aumentó el escándalo y desató el
calvario para las dos mujeres casadas. Negativas de empleo para Elisa-Mario, encerradas
contra su relación, burlas o menosprecios a su condición sexual les obligaron a
poner pies en polvorosa. Marcharon a Vigo
y luego Oporto, donde fueron localizadas, por estar en orden de busca y
captura, pero lograron escapar. Su pista se pierde en un barco con destino a
América, probablemente rumbo a Argentina.
(1) La primera boda
sin hombre. La voz de Galicia. 8 de junio del 2001
Me gustaria pensar que se escaparon a America y vivieron felices para el disgusto de todos los que les persiguieron.
ResponEliminaTodo indica que fue así.
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