Los DSD (Disorders of the Sexual
Development), antes llamados intersexualidad o hermafroditismo, son una
situación relativamente frecuente con la que conviven el 0,018% de la población.
Es una situación que, en principio, sólo tiene que ver con los genitales de
vuestro bebé. Muchos padres y madres teméis que la sexualidad de vuestro bebé
esté indefinida por tener un DSD pero lo cierto es que su sexo está muy claro
aunque sus genitales –por sí solos- no os van a decir cuál es.
Para saber qué sexo tiene vuestro
bebé, el equipo médico recurrirá a varias pruebas. A veces estas pruebas tardan
unos días pero el resultado suele ser correcto en un 90%.
En esta guía os explicamos porqué
se producen los DSD y os daremos unos consejos para afrontar esta situación.
¿PORQUÉ APARECEN LOS DSD?
Observa el gráfico y verás que
tanto los genitales masculinos como los femeninos se desarrollan a partir de
los mismos tejidos en el embrión. Este proceso de diferenciación depende de
ciertos cromosomas, genes, hormonas, proteínas, receptores moleculares, etc. Al
ser un proceso realmente complejo, es relativamente frecuente que ocurran
variaciones. Estas variaciones accidentales son los DSD y, actualmente, tienen
muy buen pronóstico.
Existen diferentes tipos de DSD
como por ejemplo las Hiperplasias Suprarrenales Congénitas (CAH), el Síndrome
de Morris, también llamado Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos y que
puede ser completo (CAIS) o parcial (PAIS), así como también son un DSD las
subvirilizaciones de los genitales externos masculinos (5-a-reductasa). Aunque casi todos suelen presentar un cierto grado de
ambigüedad en la morfología de los genitales, las causas son diferentes y el
modo de tratarlos variará de unos a otros. Las cirugías ayudan a desambigüar
los genitales y se consigue un aspecto más estándar (cosmética genital)
aunque la prioridad siempre será asegurar la funcionalidad. Por naturaleza, los
genitales varían mucho de unas personas a otras sin que ello perjudique sus
relaciones sexuales ni su vida social. No existen estándares absolutos.
¿CUÁL SUELE SER EL
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN?
1º Garantizar la vida de tu bebé. Algunos DSD pueden suponer una
alteración de las funciones vitales puesto que el aparato urinario y el genital
están muy relacionados. Lo primero es asegurarse que vuestro bebé vivirá.
2º Asegurar la funcionalidad. A la hora de intervenir debe priorizarse que
los genitales de vuestro bebé serán funcionales en el futuro. Un clítoris
grande no tiene porqué suponer un problema. El problema sería que una
intervención inadecuada le quitase sensibilidad. Que los testículos desciendan
sí es necesario para poder garantizar que serán funcionales en el futuro. El
aspecto cosmético no debe ser nunca una prioridad.
3º Calidad de vida futura. Preservar las gónadas y los tejidos
necesarios para que vuestro bebé se desarrolle es importante. Que las
operaciones se hagan poco a poco para poder garantizar que tengan éxito es
importante. No os precipitéis. Pensad que de aquí a que vuestro bebé necesite
sus genitales para algo distinto que hacer pis, quedan más de catorce años así
que hay tiempo suficiente para hacer las cosas bien.
4º Que vuestro bebé decida. Todo aquello que no sea imprescindible
para que vuestro bebé tenga calidad de vida en el futuro, es mejor dejarlo para
cuando vuestro bebé sea una persona adulta. Los aspectos cosméticos de sus
genitales son secundarios y debe ser vuestro bebé quien decida en el futuro si
quiere (o no) intervenirse. Por increíble que te parezca, muchos adultos que
nacimos con una intersexualidad (DSD) y no fuimos intervenidos tenemos vidas
sexuales plenas y completamente satisfactorias. Los genitales son siempre una
cuestión secundaria en las relaciones.
Aunque os parezca imposible, mantened
la calma. Probablemente os estéis enterando ahora mismo de que existen unas
“situaciones extrañas que se llaman DSD y que os ha tocado a vosotros”.
Estáis en la misma
situación que el 99% de los padres y madres de bebés con
intersexualidad. Vuestro estado está causado más por el shock ante lo
desconocido que por la
gravedad real del DSD. A medida que conozcáis otros bebés, a
otros padres y madres, a medida que tengáis más información, os iréis
tranquilizando.
¿CÓMO DECÍRSELO A LA FAMILIA?
Como es natural, la familia y las amistades están esperando a que les
digáis si habéis tenido un niño o una niña. En este momento se hace muy
incómodo no saber qué contestar. Utilizad el criterio de la comodidad,
eligiendo la forma de responder que más cómodos os haga sentir:
·
apagad
los teléfonos y no contestéis a nadie (en estos momentos no necesitáis
presiones añadidas y tenéis derecho a desconectar).
·
hablad
abiertamente de que ha aparecido una intersexualidad y que es necesaria una
exploración más profunda para poder conocer el sexo de vuestro bebé.
·
elegid
con quién queréis hablar abiertamente y con quién no queréis hablar.
Hablar abiertamente sobre el DSD puede resultar complicado puesto que,
evidentemente, no tenéis todas las respuestas. Admitirlo también libera de la
presión. Es muy humano decir “no lo sabemos” o “eso no lo tenemos muy claro
aún”. Es mejor no cargarse con la responsabilidad de ser vosotros quienes
tranquilicéis a los demás cuando vosotros mismos estáis viviendo un momento de
incertidumbre.
EL REGISTRO CIVIL
Inscribir a vuestro bebé puede ser un poco más complejo, pero no mucho más.
La ley considera que debe hacerse en el plazo de 8 días, aunque este plazo
puede ampliarse a 30 por una “justa causa” como un DSD. Para que estéis
tranquilos, podéis ir al Registro Civil con un informe médico y preguntadlo. En
30 días es muy posible que tengáis suficientes datos como para saber de qué
sexo es vuestro bebé. Por otra parte, y por curioso que os parezca, hace
décadas que la legislación prevé que
pueden darse casos de intersexualidad así que, si en el futuro vuestro bebé os
anuncia que no se siente del sexo que le fue asignado, el reglamento del
Registro Civil permitirá la rectificación de la inscripción con un trámite relativamente
sencillo.
Algunas familias optan por nombres neutros como Álex, Leo o Andrea para
ponérselos a sus bebés nacidos con un DSD. No tenéis porqué ceñiros a esta
regla. La elección del nombre es algo muy personal y que suele ir acompañado de
mucho afecto, así que no os sintáis obligados a trastocarlo todo de repente.
Con un buen diagnóstico es muy probable que el nombre que le pongáis sea
definitivo. Y si no, ¡tampoco pasa nada!
CON VUESTRO BEBÉ
No hay nada peor que crecer percibiendo que “hay algo en
ti que es muy malo y que debes esconder”. Si vivís el DSD de vuestro bebé
como un tabú del que sólo se habla con eufemismos y sobre el que se prefiere
evitar la conversación o mostrar a escondidas, es posible que vuestro bebé lo
acuse en la imagen que tenga de sí mismo/a y que afecte a su autoestima. Hay
muchos bebés, niños y niñas con características extraordinarias: peso,
estatura, color. Algunos/as llevan gafas, otros/as ortopedias, cada cual tiene
su particularidad. Pensad que tener una inteligencia superdotada también es
algo extraordinario y que muchos/as niños/as se sienten marginados/as por algo
que a los adultos nos parece un don.
Lo único importante es que vuestro bebé sienta vuestro amor, vuestro apoyo
y el orgullo que sentís de haberle tenido. Así crecerá emocionalmente
equilibrado/a y se convertirá en un adulto capaz de afrontar y solventar
cualquier cosa.
TENED EN CUENTA POR TANTO:
·
Si
quieres más información, existe un documento (el “Consensus Statment on the
Management of Intersex Disorders”) que es el referente internacional sobre cómo
actuar.
·
Piensa
que mientras se asegure su salud, todo lo demás es secundario y tiene solución.
Lo que hoy parece imposible, dentro de cinco años será algo cotidiano.
Puedes obtener más información:
900 601 601
(900ROSA)
Área de Identidad
Sexual de la
Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya
(cogailes@cogailes.org)
Puedes
ponerte en contacto con otras personas nacidas con DSD:
Síndrome de
Insensibilidad a los Andrógenos (www.grapsia.org)
Gabriel J. Martín
(gabriel.kbl@gmail.com)
(Publicación realizada gracias al apoyo de
Secretaría de Familia de la Conselleria de Benestar Social i Família de
la Generalitat, textos Gabriel j. Martín, ilustraciones Albert Boté )
Es importantísimo que todos, no sólo padres y madres, sepamos de estas realidades; en lo personal sigo prefiriendo conceptos como "hermafrodita", porque estoy convencido (por diversidad de razones de corte científico) que es un error pensar sólo en términos de binomios: macho-hembra, hombre-mujer, masculino-femenino... Y por eso apoyo plenamente eso que les dices a todos: Que vuestro bebé decida. Pero para ello es necesario que consigamos que las leyes se adecuen a las necesidades de los sujetos y no éstos a las leyes: nadie puede decidir sin conocerse, y los breves plazos que se dan para registrar al bebé son muy limitados. Tendríamos que comenzar a darles nombres no sexualizados previamente a los recién nacidos, para que al irse ellos descubriendo decidan sobre qué y quiénes son, en función de cómo construyen sus identidades, y que los nombres no sean obstáculos dicotómicos.
ResponEliminaLeopold, gracias de nuevo y un abrazo.
Es importante que la poblacion en general se eduque sobre esto para poder evitarse casos de discriminacion
ResponEliminaQue buen articulo!! Soy mexicana, vivo en el Estado de la República Mexicana menos poblado: La Paz. Baja California Sur, y ni siquiera en internet hay infromación suficiente, hay muy poca disponible.la verdad que muy bueno. Inclusive en una fuente leí que esto es una enfermedad o anomalía y que solo afectaba a los hombre. Lo que se me hizo un tanto risorio. Saludos.
ResponEliminaNo tenia idea de tantas variantes....
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