A pesar del estricto ambiente que se vivía en la Corte, Federico II de Prusia (1712-1784), el futuro rey ilustrado
tuvo una educación muy distinta. Era el tercer hijo varón del hermano del Rey de
Prusia, nadie creía que sería su sucesor. Se interesaba por la filosofía, la música, las
artes, escribía sobre Maquiavelo y se escribía con Voltaire.
Su boda, obligada, con Isabel Cristina de Brunswick le transformo
en el nuevo heredero de la corona de Prusia. Ello le permitió una temporada dedicada plenamente al estudio, la escritura y también la la
composición de breves marchas... En esta época conoce a Francesco Algarotti.
Francesco era un erudito, escritor y ensayista italiano. Este había vivido una tormentosa relación con un joven llamado Firmano, en estos momentos era amante de Lord Hervey, un político inglés, y de una amiga de éste, Lady Mary Worlet. Era un gran viajante, en uno de
estos recala en Berlín y conoce al príncipe heredero que pronto se siente atraído por su personalidad e intenta retenerlo con él nombrandolo Conde de Prusia.
El escritor italiano finalmente regresa a Londres para unirse con Hervey, allí le llega la noticia de que Federico
ha sido proclamado rey y éste le pide insistentemente su regreso, hecho
que al final realiza. Allí pronto despierta los celos de las personas
más próximas del joven rey. Su anterior amante, el barón Keiserling, fue desplazado y su cargo de chambelán pasó al italiano.
Mas dura fue la reacción de Voltaire, que llamaba a Francesco "la respetable, singular y adorable putita" o "el cisne de padua" y escribió estos versos:
Amo a César entre los brazos
de su amante que lo vence;
río y no me ofende
al verlo joven y lleno de atractivo,
por encima y por debajo de Nicomedes
Lo admiro mas que Catón,
porque es entregado y magnánimo.
No es necesario decir que Federico es César. Voltaire siguió su campaña, no contra
el italiano, sino contra esta relación que según él estaba convirtiendo Berlín en una nueva Atenas. Al final la relación entre ambos se enfrió y Algorotti partió para Polonia para ser asesor cultural del rey. Federico conoció a un joven soldado, Fredersdorf, al que nombró su ayudante de cámara.
Mas información:
http://leopoldest.blogspot.com/2010/10/federico-i-posible-autor-de-la-marcha.html
Siempre que veo retratos antiguos de este tipo pienso en lo fea que era la gente en aquel entonces, ja, ja, ja, ja, me hace gracia... Y encima con esos pelucones y esas ropas exageradas, no me hubiera sentido cómodo yo en aquella época...
ResponEliminaSaLu2 de aHoRa
Cuantos secreto guardarán las paredes de los palacios europeas, nunca llegaremos a saberlas todas.
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