dijous, 4 de juny del 2020

LA "CALLEJUELA MALOLIENTE" DE LA BARCELONA AÑOS 20-30


La zona de las calles Cid / Peracamps tenía muy mala prensa. Los anarquistas pedían directamente derribarlo todo, Josep Pla decía con sorna "la calle Cid, nos hace quedar muy bien". Popularmente era conocida como la callejuela maloliente. 

Interior de la Criolla, en el centro Flor de Otoño bailando con otro hombre. 

Era un barrio habitado por la gente más pobre de la ciudad, a pesar de todo a esta zona triunfaron dos locales con una prestigiosa mala fama internacional: La Criolla o Cal Sacristà. "Miseria, vicio, prostitución, droga, robo, travestismo, invertidos, homosexualismo, artistas maricones, lugar de pseudo intelectuales ..." Eran palabras que utilizaba la prensa sensacionalista de su tiempo cuando hablaba de los dos locales. La izquierda más radical y los anarquistas calificaban a la población de la zona como lumpen.

Pero a mayor crítica de prensa y moralistas, más éxito de la zona. La "Gente bien" de la ciudad no se quería perderse el espectáculo, donde además se podía encontrar a intelectuales del renombre de Simone Weil, Jacinto Benavente, Joseph Kessel, George Bataille, Margarita Xirgu, Douglas Fairbanks ... En 1934 un comentarista del diario "la Voz" de Madrid, decía que la Criolla o Cal Sacristà "han Dado más fama internacional a Barcelona que la pasada Exposición internacional de 1929" (1) El mismo Jean Genet malvivió como un apátrida canalla por la zona, vendiéndose al mejor postor, o desvalijando al mas despistado.

Pero entre los críticos de la zona destacan por encima de todo los anarquistas. El cenetista Adolfo Hueso (2), quien no tenía mucha simpatía ni por la gente de la zona, ni por los homosexuales, señala: "En la Criolla era el viejo transformista Bertini, que en sus mejores tiempos llegó a hacer dudar si era hembra o macho ... Enfrente la estrella era Mirco, lleno de juventud, luciendo un deslumbrante vestuario femenino, que las malas lenguas afirmaban que era pagado por un conocido fabricante, que harto del amor fácil había optado por el " homosexualismo ". Y seguía hablando de Cal Sacristà, donde sólo podían actuar" maricones provados, pues era el paraiso de los invertidos. Actuaban todos Ligeramente vestidos como hembras y con repertorio femenino " Sigue explicando que era lugar donde no iban hombres que buscaban mujeres, ni mujeres que buscaban hombres, para terminar criticando a los sindicalistas que iban con el pretexto de" conocer los vicios burgueses ". está claro que a pesar de todo, muchos anarquistas visitaban la zona, especialmente afiliados a la CNT.

La Soli (Solidaridad obrera, diario de la CNT) llamaba la calle Cid como el "callejón maloliente", mientras pedían derribar el barrio para acabar con terribles enfermedades como para ellos lo era la homosexualidad, un vicio que ellos atribuían a personas degeneradas y siempre anti-revolucionarias.

Tras el golpe de estado fascista de julio de 1936, el cenetista de 26 años Félix Martí Ibáñez (3) fue nombrado director general Salud Pública y Servicios Sociales de la Generalidad de Cataluña, de hecho dirigió el departamento por donde pasaron muchos consejeros que ni llegaban a hacer raíces. Fue una figura de prestigio internacional (3), promocionó leyes como el derecho al aborto. Él no creía que la homosexualidad fuera una enfermedad, se decantaba por considerarla un vicio, y para evitarlo prohibió su presencia en los locales de Barcelona, ​​prohibiendo el travestismo como medida para defender la salud pública de los ciudadanos.

Durante 25 años el travestismo estuvo prohibido en Barcelona, ​​hasta que hacia 1960, en el Cambrinus de la calle Guardia,  Madame Arthur ... pero esa ya es otra historia.

NOTA: los planteamientos de la CNT no eran diferentes a los del resto de partidos de izquierda, PSOE incluido, hasta finales de los años 70.

(1) Villar, Paco. La Criolla, La puerta dorada del Barrio Chino "Ed Comanegra.
(2) Adolfo. Diario de un cenetista. Ed Ariel.
(3) FÉLIX MARTÍ IBÁÑEZ (1911-1972). NOTA SOBRE SU ACTIVIDAD COMO MÉDICO EN LA DÉCADA DE 1930. L’ÈPOCA ANARQUISTA. Laura Martínez Sadurní.

Mas:
Genet, Jean. Diario del Ladrón,

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