divendres, 23 de març del 2018

LAURA VILLAR, LA MUJER QUE CONFUNDIERON CON SILVANA MANGANO

Con motivo del24 de marzo dia de la visibilidad trans, comparto con vosotros la historia de Laura Villar. 



Un día, a finales de los años 70, alguien se acercó a Laura Villar para pedirle un autógrafo, la habían confundido con Silvana Mangano. Hoy es ya una señora mayor, elegante y orgullosa de ser como es, a pesar de los sufrimientos y la lucha que lleva sobre sus hombros. El apoyo de amigos y familia ha sido primordial.

He coincidido con ella en alguna charla en Barcelona, ​​es un gozo escucharla; ella te ayuda a recordar un pasado que no se debería olvidar nunca, especialmente para que no se volviera a repetir: "Nunca debemos olvidar nuestra historia auténtica". Laura tiene mi edad, siempre ha vivido en Barcelona, recuerda que ya con 13 años tenía claro cuál era su verdadera identidad. En 1968, con 13 años, la policía la detuvo por ir vestida como ella se sentía: de mujer. Desde ese momento su madre fue su mejor defensora. Su padre la respetaba, pero nunca le llamó Laura, pero le decía "mi pequeña".

Con 18 años dio el paso de vestirse como se sentía, y al salir a la calle la gente la aplaudió "Ya era hora, Laura".

Al ir al servicio militar la pelaron al cero, por suerte no la encarcelaron, pero le dijeron que del cuartel no saldría nunca viva. Por suerte el diario TeleXprés la ayudó a salir de aquel infierno, tras un intento de suicidio, informando de su caso en tiempos de censuras periodísticas.

Encontrar trabajo fue su peor pesadilla, a la hora de hacer papeles veían que su DNI no coincidía con su imagen y perdía el trabajo. Le tocó trabajar en clubes, cabarets y "donde podía" para poder sacar adelante a toda su familia. Decía: "Yo he conocido a muchas prostitutas ser grandes señoras, y muchas señoras de la parte alta de Barcelona ser muy peor que ellas", "toda persona debe llevar con dignidad el papel que le toca vivir" o "Yo me siento digna y en paz conmigo misma ".



Los médicos del Raval a inicios de los años 70 le dieron sus primeras hormonas. Como ella muchas personas de todo el estado encontraron en nuestra ciudad un tratamiento que las permitía vivir de conformidad con su identidad de género.

Laura habla de cuando iba por Barcelona y la gente la saludaba y la trataba correctamente, aunque en alguna ocasión en alejarse escuchaba como en voz baja "es un hombre" ...

No pudo pagarse la seguridad social, por eso no tiene derecho a una jubilación. Durante tiempo ha vivido muy precariamente con su madre a quien cuidaba. Al morir ella su situación se agravó, pero gracias a la solidaridad de los amigos y especialmente de la Fundación Enllaç  puede seguir adelante con su firmeza y dignidad que lo ha caracterizado siempre.

Aquí la podéis escuchar entrevistada por el sociólogo y activista trans Miguel Missé. El testimonio seguro os emocionará: 

1 comentari:

  1. ¡Qué guapa! La brutalidad de una época intransigente que está volviendo, por desgracia.

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