dilluns, 5 d’agost del 2013

ROBIN HOOD, ¿REINA DE LOS BOSQUES?



Hoy nos acercamos a la figura de un personaje que al parecer fue real, si bien nos lo han contado de forma muy distinta.




Cuando llegó a oídos de William E. Robin Hood, conde de Huntington, que los historiadores ingleses estaban replanteando la historia de su ilustre antepasado le entró una enorme preocupación que se tornó en ira al ver que contaban una historia muy distinta. Las conclusiones le mostraban a su lejano pariente como un héroe mas interesado con el sexo masculino que en el femenino. Y es que los historiadores británicos les encanta investigar para mayor disgusto de su nobleza, que al igual que todas las noblezas es de pasado mas que "ilustre".





La historia que nos ha llegado a nosotros proviene de una leyenda que los románticos manipularon debidamente y el cine de tanto repetirla, la ha acabado presentando como real. Pero eso de unos hombres robustos que vivían en comunidad en el bosque siempre ha despertado la imaginaría gay.

Robín era un noble anglosajón del siglo XII, que fue a las cruzadas con el rey normando Ricardo I (Corazón de León). Fue un buen amigo de éste, quien tras su largo cautiverio le honró con el título de  conde de Huntington. Título que ha pasado de generación en generación hasta su hoy cabreado descendiente.

El rey Ricardo no se caracterizó por sus relaciones con el sexo femenino, según su biógrafo Jean Flori ni siquiera llegó a acostarse con su esposa Berengüela de Navarra. En cambio se le señalan multitud de amantes masculinos: Felipe Augusto de Francia, Suleimán (también señalan que este fue amante de su madre, Leonor de Aquitania, creo sin demasiadas evidencias) y especialmente los jóvenes trovadores. No sería descartado que Robín estuviera en la lista, aunque si es difícil llegar a conocer su existencia, más lo es señalarlos como amantes.

Ha sido un profesor de historia de la Universidad de Cardiff el culpable del enorme disgusto del último vástago de la casa de Robin Hood. Stephen Knight ha vuelto a las leyendas y baladas tradicionales, sacándole toda la caspa romántica posterior. Su conclusión: a Robin le iban más sus aguerridos compañeros que las apuestas damas de la época. Su principal amor fue Litle John, un joven alegre y robusto:

"La balada no dice expresamente que ambos jóvenes fueran homosexuales, señala que vivían en una comunidad exclusivamente masculina, con claros indicios de relaciones homoeróticas." Para Knight la lucha de Litle John con el padre Tuck con unas rígidas varas encima de un grueso tronco es una de las muchas evidencias que se aportan, por la simbología utilizada, muy común en aquella época para señalar las relaciones sexuales entre hombres.

Señala también la no presencia de Marian por ninguna parte y el origen vulgar del célebre héroe, ennoblecido por el rey Ricardo.

Sin duda esto ha provocado una enorme polémica. Para unos historiadores la ambigüedad sexual del héroe de Sherwood es evidente. Para otros, incluida la conservadora Society Robin Hood, no es más que una campaña que intenta intoxicar a los niños ingleses. Como siempre hablar de la homosexualidad de algún personaje célebre es perverso. En fin.

El siglo XII fue una época en la que las relaciones homosexuales se vivían con cierta normalidad. Algunos sectores de la Iglesia ya movían el sentimiento de culpabilidad de quienes la practicaban. El propio rey Ricardo, al igual que su padre Enrique II, se había hecho azotar en público para expiar su pecado, pero tan pronto superaba el dolor volvía a las andanza.

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Ricardo, corazón de león y alma de mariposa:

1 comentari:

  1. Me encanta. Robin y la muy conocida Ricarda. Ya eran sospechosas esas mallas tan ceñidas marcando paquete.
    Bueno, ahora en serio, la historia hacía aguas por todas partes, esta explicación le da el armazón que le faltaba. Explica además que Lady Marian se metiera monja.
    Espero que esté bien sujeta con pruebas por que si no la que les puede caer es fina.
    Un abrazo y otra vez felicidades por el blog.

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GUY HOCQUENHEM, RACE D'EP