dilluns, 3 de juny del 2013

ALAIR GOMES, EL VOYEURISMO COMO ARTE.

Alair Gomes (1921-1992) está considerado hoy uno de los mas importantes fotógrafos brasileños del siglo XX, pero su reconocimiento no llegó hasta después de su muerte, antes su obra fue despreciada por su contenido homoerótico. Hervé Chandès, director de la Fundación Cartier de Arte Contemporáneo, dijo en 1991: "En los desnudos masculinos, no hay nada comparable hoy en el mundo de la fotografía de la obra de este brasileño". 



Durante años se dedicó a captar la imagen de jóvenes acudiendo a la playa de Ipanema o paseando cerca de su casa creando una especie de narración a partir de una secuencia de imágenes. Este ejercicio de voyeurismo motivo que fuera el autor maldito dentro del mundo de la fotografía brasileña. 















Se formó en filosofia de la ciencia en la Universidad de Yale, California, fue físico, ingeniero, crítico de arte y fotógrafo. Su afición por los relator erótico-amorosos viene de su admiración por la obra de Rimbaud o DH Lawrence. En Europa conoce la obra de Henri Cartier Bresson a quien admirará y motivará su gran producción fotográfica.

Sinfonía de iconos eróticos es su obra maestra, con cerca de 1800 imágenes. Gomes insistía que sus secuencias debían ser vistas en su totalidad y en el orden expuesto para captar el sentido de la obra.

Gomes tambien captó imágenes del Carnaval de Rio, de modelos y amantes en su propio estudio, de sus viajes a California (Carmel) o a Catalunya (Sitges). Robert Aldrich señala sobre su trabajo "Sus fotografías resaltan los atributos viriles de los músculos y el vello corporal: de hecho, pocos fotógrafos se interesan tanto como él por el paisaje hirsuto de pechos, nalgas y piernas."











Artista metódico llegó a llevar un diario erótico en el que relataba sus encuentros sexuales, añadiendo dibujos que los ilustraban. Un amante despechado acabó con su vida en 1992.



2 comentaris:

  1. Waka! son maravillosas.
    es posible que haya visto alguna de estas fotos, pero no le conocía.
    qué final más terrible, pero por otro lado no debe estar mal tener a los 70 un amante despechado.

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GUY HOCQUENHEM, RACE D'EP