dimecres, 26 de juny del 2013

HISTORIA DEL VIH/SIDA EN IMÁGENES. I PARTE 1981-1983

Esta recopilación ha sido posible gracias a Ander Pazos, técnico de salud de Gais Positius.

1981: EL INICIO DE UNA PANDEMIA

Mil novecientos ochenta y uno fue un año agitado (y revuelto) tanto en España como a nivel mundial. En España la gente se sobreponía del susto que supuso el golpe de estado del 23F. En Estados Unidos, Ronald Reagan era víctima de un atentado a manos de un perturbado. Reagan sobrevivió a los disparos lo mismo que sobreviviría el papa Juan Pablo II a los disparos deAli Agca unas semana después.

En medio de este clima crispado resultaba difícil destacar en los titulares de prensa, por lo que hubo un artículo que pasó un tanto inadvertido. Se titulaba «Pneumocystis: Los Ángeles», y apareció en el número del 5 de junio de Mortality and Morbidity Weekly Report, la revista editada por los CDC (Centers for Desease Control and Prevention) de Estados Unidos. El artículo informaba de una serie de casos de neumonía por neumocistis que se habían diagnosticado a varios varones homosexuales jóvenes de Los Ángeles. 

El 3 de julio, The New York Times publicó un artículo relativo a una proliferación de casos de sarcoma de Kaposi entre la población homosexual de Nueva York y California. Los especialistas estaban tan desconcertados que en el mencionado artículo se podían leer afirmaciones del doctor Curran (del CDC) en el sentido de que «no existía ningún riesgo aparente de contagio entre la población no homosexual».

El caso más antiguo del que se tiene constancia, documentado en un artículo aparecido en la revista Nature en 1998, corresponde a una muestra de sangre de un varón bantú conservada en Kinshasa desde 1959. En esta muestra de sangre se detectaron diversas secuencias del genoma del VIH. En 2008 Nature publicó otro estudio en el que se informaba de la detección de trazas del genoma del VIH en una biopsia de un nódulo linfático de una mujer, recogida ¡en Kinshasa! En 1960. El análisis de los tiempos de divergencia de ambas muestras, que debían de proceder de un ancestro común, llevó a los expertos a determinar que el virus debió de infectar por primera vez a los humanos en la década de 1880.

Texto extraído del libro "El Paciente Ocasional: Una historia Social del SIDA" del escritor Ibon Larrazabal. Ediciones Peninsula. ISBN: 978-84-9942-092-9





1981: PRIMER CASO DE SIDA EN ESPAÑA

El primer caso de sida en España se diagnosticó en octubre de 1981 en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. El paciente era un hombre de 35 años homosexual que llegó al hospital con sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel caracterizado por lesiones de color violetas, fiebre y dolor de cabeza. Tenía un cuadro general de pérdida de peso y apetito, hemiplejia, y había tenido episodios de infección genital, en concreto, de gonorrea durante los dos últimos años. Tras hacerle un TAC, se descubrió que tenía en la cabeza una masa "relativamente grande" de 3 centímetros de diámetro. Se pensó que era una metástasis del sarcoma de Kaposi y se le operó para extirpárselo, aunque el paciente murió cuatro días después.

La dermatóloga Caterina Mieras, que diagnosticó el sarcoma de Kaposi al primer paciente de sida español, pagó de su bolsillo a medias con la patóloga Carmen Navarro, la cual localizó la toxoplasmosis en el cerebro del enfermo, las 5.000 pesetas que costó traducir el caso para que se publicara en la prestigiosa revista médica ‘The Lancet', en marzo de 1982. 

Caterina Mieras i Barceló, licenciada en Medicina y Cirugía, y especializada en dermatología y venereología, por la Universidad de Barcelona , es también diputada al Parlamento de Cataluña desde 1999 . Fue Consejera de Cultura de la Generalidad de Cataluña durante el gobierno de Maragall , entre 2003 y 2006. La doctora Carmen Navarro es actualmente jefa del Servicio de Anatomía Patológica y Neuropatología del Hospital Meixoeiro (Vigo).

Al principio de la epidemia muchos de los casos que se produjeron en España eran entre usuarios de drogas por vía parenteral (drogas inyectadas), en la actualidad el 80% de las infecciones se producen por vía sexual.
En la imagen se muestra, de izquierda a derecha, a la doctora Carmen Navarro, a Caterina Mieras y una campaña alemana de Update Your Life (http://www.update-your-life.com/). 




1982: SE DESCUBREN LAS VÍAS DE TRANSMISIÓN Y SE DA NOMBRE A LA ENFERMEDAD


Al principio se especuló con la posibilidad de que la enfermedad tuviera un origen tóxico relacionado con el extendido uso recreativo del amilo nitrito (poppers) en la comunidad gay. La enfermedad, que todavía no tenía nombre, recibió denominaciones del tipo «cáncer gay», «gay compromiso syndrome», «gay-related immune deficiency» (GRID) o «community-acquired immune dysfunction». Por aquel entonces se hablaba del club de las «cuatro haches»: homosexuales, heroinómanos, hemofílicos y haitianos. Había quien modificaba la hache de hemofílicos por la de hookers («putas»). La iglesia y sectores conservadores aprovecharon para condenar el estilo de vida gay.

Las vías de transmisión del VIH son: sexual, sanguínea y perinatal (conocida también como transmisión vertical o de madre a hijo).

El acrónimo AIDS (SIDA, Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) fue sugerido en una reunión de líderes de organizaciones gay, hemofílicos, ejecutivos de la industria de los hemoderivados, funcionarios federales y el CDC en Washington el 27 de julio de 1982, en la que se pretendía establecer un protocolo para el control del suministro sanguíneo. 



La fotografia "Ken Meeks: AIDS" fue realizada por el fotógrafo de nacionalidad estadounidense e israelita, Alon Reininger y muestra a Ken sentado en una silla de ruedas. En los brazos tiene numerosas lesiones causada por el sarcoma de Kaposi (enfermedad oportunista definitoria de SIDA). La imagen se tomó en San Franciso en septiembre de 1986 en la casa de Ken Meeks tan solo tres días antes de su muerte y fue publicada por la revista Life siendo la primera vez que se veía americanos enfermos de SIDA. La foto fue premiada con el «World Press Photo of the Year» en 1986 lo que contribuyó a la difusión y concienciación.
Años después la revista Photo District News la seleccionó como una de las fotos más importantes del fotoperiodismo entre 1980 y 2000.


1982: EL SILENCIO EQUIVALE A LA MUERTE


Durante un tiempo el gobierno estadounidense ignoró por completo la emergente epidemia de SIDA. En septiembre de 1982 el secretario de prensa del presidente Ronald Reagan, Larry Speakes, se permitió bromear acerca del SIDA en una rueda de prensa cuando un periodista le preguntó si el presidente se había pronunciado ante la noticia por parte de los CDC de que el SIDA era una epidemia con más de 600 casos. La respuesta de Larry Speakes fue: «¿Qué es el sida? Yo no lo tengo, ¿y usted?» lo que marcó la pauta de la manera en la que la administración Reagan abordó la nueva crisis de salud pública.

"Un movimiento político entero creció alrededor del silencio de la administración Reagan. El movimiento activista contra el SIDA pasó a la acción “el silencio equivale a la muerte", porque literalmente el silencio de la administración Reagan estaba causando la muerte de miles y miles de hombres gais en nuestras comunidades en todo el país ". Sue Hyde, National Gay and Lesbian Task Force.

A finales de 1983 el número de diagnósticos de SIDA reportados en los EE.UU. había aumentado a 3.064 y 1.292 de estas personas habían muerto.

El silencio del presidente Reagan se rompió años después, el 17 de septiembre de 1985 cuando mencionó públicamente la palabra SIDA por primera vez, como respuesta a una pregunta sobre la financiación del SIDA en una conferencia de prensa: "Lo he estado apoyando desde hace más de 4 años. Ha sido una de nuestras principales prioridades, en los últimos 4 años, y que incluye lo que tenemos en el presupuesto para el 86, que ascenderá a más de la mitad de mil millones de dólares que nos han brindado para la investigación sobre el SIDA, además de lo que estoy seguro que otros grupos médicos están haciendo ".

El presidente Reagan se negó a defender el sexo más seguro y el uso de condones, eligiendo en su lugar presionar por la prohibición de que los inmigrantes con VIH entrasen en el país y la abstinencia sexual como las claves para la prevención de la epidemia. Finalmente adoptaría como media cerrar las fronteras a los inmigrantes con VIH/sida. Esta prohibición de acceso a Estados Unidos de personas con VIH/sida perduró a través de diferentes administraciones republicanas y demócratas hasta que el presidente Obama la derogó en 2009, hace tan solo 3 años.

Sin lugar a duda alguna la negligente inacción de la administración Reagan en aquellos primeros y decisivos años de la extensión de la epidemia contribuyeron a la expansión de la misma y a la muerte de muchas personas.


De izquierda a derecha: Larry Speakes, Ronald Reagan, campaña Silence = Death (Why is Reagan silent about AIDS? What is really going on at the Center for Disease Control, the Federal Drug Administration, and the Vatican? Gays and lesbians are not expendable... Use your power... Vote... Boycott... Defend yourselves... Turn anger, fear, grief into action), activistas manifestándose y cartel del artista Keith Haring .


1982: NACE EL ACTIVISMO VIH/SIDA


Es difícil, y seguramente muy injusto, tratar de extraer una consecuencia positiva de la epidemia de VIH/sida, que solo ha llevado luto y dolor a la humanidad. No obstante, cuando el VIH haya desaparecido, o al menos ya no muera nadie a consecuencia del SIDA, no solo habrá que acordarse de todos los fallecidos y el sufrimiento de tantos individuos, familias, colectivos y países, sino también de la movilización social que produjo la epidemia desde sus comienzos, la marea de solidaridad y acción que generó. Este movimiento social, quizá lo único bueno que pueda recordarse de la pandemia de VIH/SIDA, surgió como reacción, como reverso positivo de la cara siniestra de la enfermedad que fueron (y siguen siendo) la discriminación, el estigma, la negligencia y la inoperancia administrativas, el despotismo paternalista de la comunidad científica o el excesivo ánimo de lucro capitalista. (Texto extraído del libro "El Paciente Ocasional: Una historia Social del SIDA" del escritor Ibon Larrazabal)

El activismo contra el SIDA surgió principalmente en la comunidad de hombres homosexuales blancos. La crisis del SIDA fue para algunos de estos hombres la primera experiencia directa de la opresión institucionalizada. La comunidad gay logró movilizar recursos considerables, pese a la represión contra los homosexuales, una opresión que se manifestaba en la parálisis gubernamental ante la crisis del SIDA.

En enero de 1982 se fundó GMHC (Gay Men's Healt Crisis) creada cuando 80 hombres se reunieron en Nueva York en el apartamento del escritor Larry Kramer para discutir lo que estaba sucediendo y recaudar fondos para la investigación. GMHC tomó su nombre del hecho de que los primeros hombres que fueron víctimas de SIDA durante los años ochenta de la epidemia eran gais.

Roger McFarlane creó una línea telefónica de counseling, utilizando el teléfono de su propia casa, que se convirtió en una de las más efectivas herramientas para compartir información sobre el SIDA que tenía GMHC. 

Kramer renunció en 1983 para formar, años después, la que sería la organización militante con mayor transcendencia dentro del movimiento activista pro derechos de las personas seropositivas, ACT UP, como una alternativa más política.

http://www.gmhc.org/


Texto del cartel AIDSGATE: This Political Scandal Must Be Investigated! 54% of people with AIDS in NYC are Black or Hispanic...AIDS is the No. 1 killer of women between the ages of 24 and 29 in NYC... By 1991, more people will have died of AIDS than in the entire Vietnam War. What is Reagan's real policy on AIDS? Genocide of all Non-Whites, Non-males and Non-heterosexuals? SILENCE = DEATH

Pancarta inferior derecha: AIDS: WHERE IS YOUR RAGE? IN THE TRADITION OF STONEWALL ACT UP! FIGHT BACK! FIGHT AIDS! QUEERS FIGHTING AIDS!!


1983: SE DESCUBRE EL AGENTE CAUSAL DEL SIDA


Poco después de la aparición de los primeros enfermos distintos equipos empezaron a buscar un virus asociado a los casos conocidos de inmunodeficiencia adquirida, tal vez un retrovirus como el que se sabía producía la inmunodeficiencia del gato o como el HTML, productor de un tipo de leucemia. En el Instituto Pasteur de París, un equipo dedicado a la investigación de la relación entre retrovirus y cáncer dirigido por J.C. Chermann, Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier sería clave en esta búsqueda.

En enero de 1983 la doctora Françoise Barré-Sinoussi informó del descubrimiento de la enzima transcriptasa inversa en el nódulo linfático de un paciente afectado de SIDA, lo que era el indicador de la existencia de un retrovirus que podría guardar relación con el origen de la enfermedad (los retrovirus, cuya información genética consiste en ARN, precisan de la transcriptasa inversa para convertirla en ADN cuando infectan una célula). En verano los investigadores del Instituto Pasteur consiguieron fotografiar el nuevo virus a través de un microscopio electrónico. Se enviaron muestras al CDC y el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. El virus, cuya patente se acababa de solicitar, recibiría el nombre de LAV (Virus asociado a Linfadenopatía).

Ese mismo año se reportaron casos entre mujeres no usuarias de drogas y niños. Mientras tanto la iglesia continuaba hablando de un “castigo divino” y la administración Reagan seguía sin hacer frente a la crisis. El año se cerró con un computo total de 1.500.000 personas infectadas frente a los 1.000 casos iniciales de 1981

Imagen superior: Montagnier, Chermann y Françoise Barré-Sinoussi.

Imagen inferior: numerosas partículas de VIH-1 abandonando una célula. Cada partícula virión (partícula vírica morfológicamente completa e infecciosa) tiene 120 nanómetros de diámetro. La imagen fue capturada mediante microscopía electrónica de barrido con un escáner Zeiss Merlin de ultra resolución. 

El VIH tiene un diámetro de aproximadamente 100 nanómetros (el nanómetro es la unidad de longitud que equivale a una mil millonésima parte de un metro). Su parte exterior es la "cubierta", una membrana que originalmente pertenecía a la célula de donde el virus emergió. En la cubierta se encuentra una proteína del virus, la gp41, o "glicoproteína transmembrana". Conectada a la gp41 está la gp120, la cual puede unirse al receptor CD4 localizado en la superficie de los linfocitos T para penetrar en ellos. El núcleo tiene la "cápside", compuesta por la proteína p24. En su interior está el ARN, la forma de información genética del VIH.




1983: EL ESTIGMA Y LA DISCRIMINACIÓN

Según informaba The New York Times en 1983 el Departamento de la Policía de San Francisco equipaba a sus oficiales con máscaras y guantes cuando debían actuar con un «paciente sospechoso de SIDA», por temor a que pudieran ser infectados y transmitir el sida a toda su familia. En esa época los conductores de autobuses de la ciudad llevaban mascarillas. Mientras, en Nueva York, el comisionado de la salud de la ciudad denunciaba que los propietarios de viviendas estaban expulsando a los inquilinos que padecían SIDA y que la Seguridad Social entrevistaba a los pacientes por teléfono para no hacerlo cara a cara. Ese año, Bobby Campbell, un enfermo de sida, fue entrevistado en televisión en una cabina insonorizada, para que los técnicos no tuvieran que acercarse a ponerle un micrófono.

La cara más salvaje y amarga de la discriminación llevada a extremos intolerables la podemos encontrar en trágicos casos como el de la activista sudafricana Gugu Dlamini, quien fue apaleada hasta la muerte por sus vecinos tras revelar su seroestatus en la televisión Zulú en 1998 o el del keniano Isaiah Gayuko, huérfano del SIDA y seropositivo que, tras haber sido maltratado y aislado por sus propios familiares a causa de su infección, fue asesinado por su tío en 2006.

Si algo define desde sus inicios hasta la fecha actual al VIH/SIDA es el estigma y la discriminación que pueden padecer las personas seropositivas por la simple condición de serlo. Cuando citamos el estigma que hay relacionado al VIH nos referimos al prejuicio, la exclusión, el desprestigio y la discriminación dirigidos hacia las personas que lo portan y también hacia sus parejas, amistades, familias y la comunidad. El estigma de esta epidemia puede llevar a la persona a padecer sentimiento de vergüenza, culpa y aislamiento. A pesar de los adelantos científicos aun sigue vigente el estigma y la discriminación contra las personas seropositivas, el cual se puede expresar en una variedad de formas y tipos como por ejemplo: ignorando a la persona, provocándole daño físico y causarle daño psicológico. Otras maneras de estigmatización y discriminación se manifiestan por motivos raciales, de género, por orientación sexual, por ejercer el trabajo sexual, por pertenecer a una clase social o grupo y por consumir droga. La estigmatización y discriminación hacia las personas con el virus aumenta las dificultades que pueden enfrentar y puede contribuir a la diseminación de la epidemia. También es reconocido que el estigma es uno de los principales obstáculos en la prevención y la atención integral de las personas afectadas por esta pandemia.




La imagen en la parte superior izquierda fue realizada por Bern Thornberry en octubre de 1988 y muestra a activistas de ACT UP bloqueando la entrada al edificio de la Food and Drug Administration de América.

Gugu Dlamini Foundation: http://gugudlamini.org/history-and-background.html

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