L'ARMARI OBERT: LEHNERT Y LANDROCK Y LA SENSUALIDAD TUNECINA

dimarts, 21 d’abril del 2015

LEHNERT Y LANDROCK Y LA SENSUALIDAD TUNECINA

El otoño pasado, 2014, se organizó en la Galerie Au Bonheur du Jour de París una exposición sobre las imágenes captadas por Rudolf Lehnert y Ernst Landrock en el Túnez de inicios del siglo XX. Pintores como Marià Fortuny o Puvis de Cavannes, escritores como Richard Francis Burton y exploradores como TE Lawrence o el Conde László Almásy (Paciente inglés) también quedaron fascinados por este mundo.

Rudolf Lehnert, austriaco, y Franz Landrock, alemán, nacieron ambos en 1878. Se conocieron cuando tenían 26 años, ambos tenían el mismo sueño: visitar "oriente medio". El primero en visitar Túnez fue Lehnert, allí se fascinó tanto por los paisajes como por sus habitantes. Ello motivó su asociación con Landrock como hombre de negocios y gestor del laboratorio/estudio de fotografía establecido en Túnez, desde 1904 hasta 1914 y luego también en El Cairo. Abrieron una tienda en Túnez durante 10 años hasta que el gobierno francés les obligó a cerrarla con motivo de la Primera Guerra Mundial, además confiscó sus bienes.

Lehnert fue detenido por los franceses y enviado a un campo de internamiento. Landrock pudo huir a Suiza en busca de ayuda. Tras la guerra se reencontraron en Davos mas tarde lograron recuperar sus pertenencias confiscadas, pero se establecieron en El Cairo. Con el boom de las cartas postales montaron un negocio para la reproducción sus trabajos. En 1930, Lehnert regresó a Túnez mientras que Landrock continuó con el negocio hasta 1938. Lehnert murió en Túnez en 1948 y Landrock murió en 1966 en Kreuzlingen (Alemania).

En sus fotografías no aparece el dolor, la fealdad, la enfermedad o la miseria, presente el el Túnez colonial de inicios de siglo. Intentan recrear unas escenas llenas de erotismo y sensualidad. Los destinatarios de estas fotografías eran en gran parte homosexuales europeos fascinados por las sensuales imágenes de jóvenes adolescentes norteafricanos. Ambos fotografiaron por igual a muchachos de ambos sexos, en unas imágenes cargadas de erotismo, en la que los retratados no tenían una presencia pasiva, mas bien al contrario ayudaban con sus miraras cómplices, sensuales o nostálgicas. Muchas de estas imágenes hoy son impublicables en las redes sociales, serían consideradas pornográficas.