dijous, 16 d’abril del 2015

LOS MONARCAS DE LA CORONA DE ARAGÓN Y LA SODOMÍA

Los monarcas de la Corona de Aragón no tuvieron una especial preocupación sobre los temas relacionados con la sodomía. No dictaron leyes en este sentido, aunque si en mas de una ocasión la utilizaron para desembarazarse de enemigos incómodos o conseguir la "gracia divina".




Las leyes en que se basaron para condenar la homosexualidad procedían de los códigos romanos y visigodos, también habían fueros locales como los de Teruel o Tortosa que condenaban la sodomía. Pero ni los Usatges, ni los Furs de València, ni los Fueros de Aragón contenían condena alguna. Hasta finales del siglo XVI, y por presión de Felipe II,  no apareció esta condena. Trabajos como los de Jaume Riera i Sans o Rocío Rodríguez nos han aportado mucha información y nos han ayudado a conocer como vivían muchos homosexuales de la época. 

La sentencia mas antigua que conocemos se produjo durante el reinado de Jaume I y fue de absolución contra un judío de Lleida llamado Alaçar. Durante este reinado se nombró a Raimon de Penyafort como Inquisidor con el pretexto de persecución de los cátaros. Este fraile de la orden de los predicadores incluyó el pecado nefando como delito e intentó perseguir a sodomitas y brujas, sin conseguir el permiso papal. 





Al ambicioso Jaume II no parecía preocuparle en exceso la sodomía, hasta que su eterno enemigo el rey francés Felipe IV utiliza una acusación de sodomía para acabar con los templarios e incautar sus bienes. El rey "Justo" en principio apoyó a los templarios hasta que vio oportunidad de mejorar sus arcas. Entonces y de repente recordó que todos los males de sus reinos eran derivados del malestar divino causado por la sodomía de los hombres. 

Así se inició un largo proceso contra los templarios. Finalmente el Concilio de Tarragona disolvió la orden del temple en el 1312, pero se crearon nuevas órdenes, como la de Montesa o la del Hospital, y los bienes templarios fueron repartidas entre ellas, hubo acuerdo y las arcas reales salieron beneficiadas. 

Ponç Hug de Empuries fue un noble rebelde, y seguramente homosexual, que no se dejó dominar por este rey, aliándose con todos sus enemigos para molestarle. Para evitar que estos poderosos aliados y la propia iglesia salieran en su apoyo, una oportuna acusación de sodomita, muy bien fundada, acabó con la fortuna y la disidencia de este levantisco noble. Todo se arregló pagando una una suma inmensa quedando él y su condado en la mas absoluta de las miserias. Poco después fallecía en 1313.



Tras estos dos sucesos ni a Jaume II, ni al dios de los cristianos pareció preocuparles mas la sodomía y cuantas desgracias sucedían en el reino dejaron de tener una causa divina, para tenerla del orden natural. Pero este rey tenía un heredero....

Jaume D'Aragó i Anjou debía suceder a su padre y casarse con una princesa castellana con la que había convivido desde la infancia. Educado como un templario, incluso en los valores de la castidad, Ramón Llull llegó a pensar en él como el futuro "Rex Ballator" que liderada la cristiandad contra el infiel. Tras la disolución de los templarios esta opción desapareció y su reacción parece le desestabilizó. La consecuencia es que se negó a casarse con ninguna mujer, enfrentándose a su padre y acabando ingresando en una orden religiosa a pesar de no tener vocación para ello. Muchos indicios señalan la homosexualidad de este príncipe como causa de esta decisión. 

Tumba Jaume d'Aragó i Anjou, catedral Tarragona.


Con el reinado de Pere III se llegó al máximo esplendor de la Corona de Aragón, pero los reinos quedaron obsoletos y cansados tras numerosas guerras, tanto internas como contra los vecinos castellano, franceses o genoveses. En 1333, "lo mal any primer", las hambrunas afectaron a la población, en 1348 aparecía la peste. En esta ocasión los predicadores no culparon a los sodomitas, la culpa era de los judios, seguramente el origen estaba en las deudas que estos tenían con esta comunidad.

Hecho poco común es el hecho de que este rey se interesó y actuó para salvar a varios sodomitas, según cuenta Jaume Riera i Sans en su Sodomites Catalans. En este importante trabajo cuenta también el cierto disgusto por la condena de dos judíos por el delito de sodomía. El primer caso es el de Issach Mardofay en 1365, quemado por haber cometido sodomía con varios niños del call, la sentencia incriminaba a los niños involucrados lo que obligó intervenir al rey ordenando la remisión de todas las penas en este sentido que pudieran afectar a la comunidad judía del call de Barcelona. Otro caso fue el de Jafudà  Abeç, también fue quemado ,este en Tortosa en 1386, este caso levantó la ira real condenando a las autoridades locales por sentencia precipitada.

Pere III


Alfonso V el Magnánimo no fue un rey muy apreciado ni por aragoneses, ni por catalanes, por lo que se instaló en València. Allí conoció al poeta Ausiàs March (" la carne quiere carne y no se le puede contradecir" o "así como al pequeño paje// que va buscando señor que fiesta le haga"), hay indicios de una posible relación homosexual entre ambos, fue su halconero. El rey murió sin descendencia y le sucedió Juan II, su hermano.



Juan II tampoco fue bien aceptado en Catalunya, pero si su hijo Carlos de Viana, posiblemente asesinado. La nobleza y el clero catalán se revelaron contra este rey por este crimen y provocaron que las instituciones catalanas nombraran a Enrique IV de Castilla, homosexual. como nuevo rey.  Éste renunciaba en 1463 y entonces nombraban rey al Condestable de Portugal con el título de Pedro IV. 

Pedro IV era un estratega desastroso y un fundamentalista religioso, quiso lograr el cielo eliminando cualquier vestigio de herejía o sodomía en Catalunya. Animó a la delación contra los sodomitas e inició un juicio impopular contra varios sodomitas locales, entre ellos Joan de Llobera clérigo y conseller de la ciudad.  El juicio contra el conseller estuvo envuelto de tensiones, la iglesia y los restantes consellers presionaban a su favor, el rey les tiraba por cara que defensaran a un practicante del pecado nefando mas que a los ladrones de la ciudad. Finalmente fue ahorcado y quemado su cadáver.



Fernando el Católico y su esposa Isabel de Castilla abrieron la puerta a la Inquisición en sus reinos, su función era perseguir la herejía. Ambos dictaron leyes en Castilla contra la sodomía, pero no el los reinos de la Corona Aragonesa. Con el nieto de ambos, y en 1527, la Inquisición inició la persecución de la sodomía en los reinos de Aragón, València y Catalunya. 








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