divendres, 9 de gener del 2015

SODOMÍA E INQUISIÓN, El MIEDO AL CASTIGO

Acaba de aparecer el ensayo de Rocío Rodríguez "Sodomía e Inquisición, El miedo al castigo", publicado por Ushuaia Ediciones. El libro está prologado por Gabriel J Martín: ¿QUÉ HACE UN PSICÓLOGO EN EL PRÓLOGO DE UN LIBRO SOBRE HISTORIA?




El libro se inicia con una interesante introducción en el que muestra las bases en las que se sustentó el inicio de la persecución de la sodomía y la aparición de la Inquisición, así como las interesadas conexiones entre herejía, brujería y sodomía. Señala acertadamente como en sus orígenes la Inquisición medieval aperece para perseguir a los hombre y mujeres puras (los mal llamados cátaros) para después ser un arma política para acabar con ordenes como la del Temple.

"Llama la atención que algunas de las prácticas abominables de las que se acusaba a los templarios, se corresponden con los rituales practicados por brujos y brujas en la celebración de sus aquelarres. Quizás encontraban los inquisidores alguna relación entre los actos de sodomía de que eran acusados los hombres que comparecían ante ellos, con lo que llegaba hasta sus oídos, sobre un tema tan extendido por toda Europa como el de brujos y brujas y sus relaciones carnales con el demonio."






La época de mayor actividad empieza en la Edad Moderna tras el tristemente célebre V Concilio de Letrán presidido por un Papa Sodomita Leon X, a los posteriores concilios se suma Felipe II que obliga a las constituciones catalanes y a los fueros aragoneses y valencianos a incluir el "crimen de la sodomía". Hasta aquel momento en los reinos de la Corona de Aragón se seguía esta máxima aprobada en el Concilio de Narbona de 1148:

«Nadie debe ser condenado sin pruebas suficientes o sin su propia confesión: vale más dejar a un culpable sin castigo que castigar a un inocente»





El trabajo de Rocio se centra en las sentencias de la Inquisición en la Corona de Aragón. un trabajo meticuloso de varios años buscando y leyéndose legajos y sentencias de los Tribunales del Santo Oficio.  Os muestro un breve fragmento, como veréis ya entonces se utilizaban eufemismos, en este caso se llamaba "relajación", el acto por el cual el reo era entregado  a 
las autoridades civiles, para ser ejecutados:

"Los condenados a la hoguera, recibían la sentencia el día anterior a su aparición en el auto de fe. Se hacía así para que no tuviesen la posibilidad de apelar, sobre todo a Roma. Los condenados aparecían en el auto de fe vestidos con el sambenito, vestimenta negra con las llamas del infierno pintadas. En el auto de fe se les leía su condena a "relajación", término empleado para indicar la entrega de la persona a la autoridad seglar. La inquisición no mataba directamente. Por lo general, el brasero estaba ubicado a la salida de las poblaciones. Se les ataba al tablón y se encendía la leña. Si se arrepentían - tenían tiempo hasta el momento antes de encender la hoguera-, se les aplicaba el garrote y así evitaban ser quemados vivos. Cuando se consumían los cuerpos, las cenizas eran aventadas, de manera que no quedase ni rastro de su paso por el mundo."






No es el único trabajo publicado por Rocío, también ha publicado una novela: "El sodomita y la Inquisición", próximamente os la presentaré. 


El libro está también disponible en Amazon:   http://www.amazon.de/Sodom%C3%ADa-Inquisici%C3%B3n-El-miedo-castigo/dp/8415523874

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GUY HOCQUENHEM, RACE D'EP