dimarts, 2 de setembre del 2025

VENTA DE ESPOSAS EN LA INGLATERRA DE LOS SIGLOS XVII-XIX


En otras ocasiones he tratado la práctica de la ablación de clítoris en Inglaterra y otros países europeos. Mirad:

"Selling a wife" (Thomas Rowlandson)  Ermitage, 1814


 La costumbre de vender las esposas, que  se extendió a Gales, Irlanda y Escocia y  las colonias americanas más que de forma testimonial, perduró en el tiempo, en el siglo XIX decayó y pasó a ser considerada un insulto al sexo femenino, quedando restringida al mundo rural con constancia de ciento cincuenta y ocho casos en esa centuria (en la práctica seguramente más), una minucia comparada con las decenas de miles de casos que llegó a haber en la era victoriana.

La actitud de las autoridades ante la venta de esposas fue ambigua y a veces contradictoria. Legalmente no se consideraba legítima y los jueces podían intervenir para impedirla y sancionar a los implicados; pero en ocasiones reconocieron la transacción ( hay referencia a una agresión popular contra un magistrado que trato de impedir una venta en 1819).


Ilustración 1812


Por increíble que parezca, las ventas siguieron hasta 1913, aunque para entonces ya eran fruto de la ignorancia más que nada porque la Matrimonial Causes Act de 1857 facilitó los trámites de divorcio con la creación de un Court of Divorce and Matrimonial Causes, es decir, un tribunal específico y civil, y la abolición de la consideración del adulterio como delito. Cabe hacerse ahora otra pregunta: ¿hubo venta de esposos? La respuesta es que sí, pero muy pocas de las que se tenga noticia.

La verdadera causa de esa rareza no estaba en casarse sino en divorciarse, al no haber constancia previa de unión matrimonial. Existían entonces varias formas de proceder para un divorcio: acuerdo mutuo ante notario, solicitud formal al Parlamento e incluso el abandono de la casa por parte de uno de los cónyuges. En todos ellos decidía la Court of Arches (un tribunal eclesiástico) y se juntaban una serie de condicionantes que dilataban el proceso durante muchísimo tiempo, sin contar el enorme coste económico.




MAS. 

Venta de esposas en Inglaterra. Jorge Álvarez. La Brújula Verde