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| Aquiles contemplando el cuerpo de Patroclo. Giovanni Antonio Pellegrini |
Aquiles y Patroclo
El aspecto sexual de la amistad de Aquiles con Patroclo ha sido común desde el siglo V. El orador Esquines, en su discurso contra Timarco, a quien acusó de libertinaje, busca ejemplos de homosexualidad decente en la tradición y cita a Aquiles. ¿Podría Homero estar cubriendo el asunto con astucia al enfatizar únicamente el aspecto amistoso de la relación? Es obvio que Aquiles amaba a Patroclo, pues su relación se basaba en tal grado de favoritismo que no puede describirse como meramente emocional y simplemente amistosa. Aquiles le había prometido a Menecio, padre de Patroclo, devolverle la vida a su hijo, promesa en la que se hace evidente el sentimiento natural de protección de un amante hacia su amada.8 Platón, en el Simposio, argumenta, a través de Fedro, que Aquiles era amante de Patroclo y que lo conoció y lo vengó por amor a él.
Se podría argumentar que la principal fuente de la relación entre Patroclo y Aquiles es Homero, quien, como ya mencionamos, no menciona una relación sexual entre ambos héroes. Sin embargo, este hecho no constituye un argumento adecuado para refutar la existencia de dicha relación, pues es obvio que la poesía épica se niega, en aras de ciertas decisiones morales propias de una determinada tradición, a mencionar la homosexualidad.
Esto se comprende fácilmente si consideramos que Homero hace esperar a Penélope veinte años por Odiseo. ¿Podría estar refiriéndose a relaciones homosexuales? Ciertamente, comprendemos su vacilación hacia la homosexualidad, una vacilación que encontramos más adelante en Jenofonte. Sin embargo, es un hecho que las parejas en la épica y la mitología se forman sobre la base de la amistad masculina. La relación entre Aquiles y Patroclo aceptó una interpretación homosexual en el siglo V. Platón reprocha a Esquilo haber convertido a Aquiles en el amante de Patroclo. Aunque la parte principal de la obra se ha perdido (era una trilogía, compuesta por las obras: Mirmidones-Nereidas-Frigios, y complementada por el drama satírico Héctor Lytra), la primera tragedia debió ser la fuente del escándalo tan a menudo recordado por escritores posteriores. Los dos fragmentos que tenemos a nuestra disposición no nos dejan ninguna duda al respecto. El primero es citado por Plutarco en su valioso Erótico:
No respetaste tus muslos venerables
no respetaste, ingrato, nuestros cálidos besos.
El segundo se refiere al discurso, que significa tanto "coito" como "de los muslos piadosos". Al parecer, estas palabras las pronuncia Aquiles sobre el cadáver de Patroclo, a quien reprocha no haber permanecido con vida cerca de él. El contacto físico y el coito anal y glúteo se mencionan aquí con una claridad que no encontramos, según me parece, antes de Solón, cuando elogia al amante:
cuando el muchacho se enamora de la deseable flor de la pubertad,
deseando los muslos y la dulce boca.
Pero también en Homero, si leemos con atención, veremos que en la rapsodia P, Aquiles pide a los dioses que aniquilen a la humanidad en su totalidad, excepto al propio Patroclo; en la rapsodia O, Aquiles llora a su amigo; y en la rapsodia T, Tetis encuentra a su hijo «caído de Patroclo... llorando amargamente» También a lo largo del pasaje leemos que Aquiles, frente al difunto Patroclo, se cortó el cabello rubio que «en largas trenzas alimentaba la gracia de Esperqueo». Finalmente, este hombre que llora por su amigo, que lo abraza, que le corta el pelo, que yace a su lado, que, en el ardor de su ira, se enfrenta a la posibilidad de una humanidad de la que solo quedarán ellos dos, este hombre que venga la pérdida de su amada sabiendo que, si lo hace, le sobrevendrá la muerte (Tetis se lo predice), ¿es o no un hombre profundamente enamorado y devoto de su amada?
Batallón Sagrado de Tebas
Otra gran pregunta es si todas las ciudades abordaban la homosexualidad de la misma manera. Por ejemplo, en Tebas, el Batallón Sagrado de Tebas fue una de las principales unidades militares que operaban en la antigua Grecia. Fue fundada, según Plutarco14, en el 379 a. C. por Gorgis y estaba formada por 150 parejas de amantes.
Puede que el batalón fuera completamente destruido en la batalla de Queronea en el 338 a. C., pero su razón de ser persiste. Esta institución se basaba en el amor y la amistad entre amantes, por lo que la idea fundamental tras su establecimiento era que cada amante difícilmente abandonaría a su amada durante la batalla. ¿Indica la existencia del batallón Sagrado la apreciación de los antiguos griegos por la orientación homoerótica? Y, de no ser así, ¿por qué lo utilizaban con un propósito nacional tan elevado?
Epílogo
El tema, sin duda, excede las posibilidades de este breve artículo, que, como mencionamos al principio, pretende plantear preguntas. En ningún caso se puede agotar un tema como el que aquí nos ocupa, por muchos libros y estudios que se escriban. Siempre estará abierto a interpretaciones y preguntas.
Una pregunta fundamental es: si asumimos que los homosexuales se encontraban en una posición desventajosa, ¿por qué tenemos tantas pinturas de jarrones ricamente pintados con escenas de amor homosexual? ¿Qué propósito tenían? ¿Hizo que los jarrones fueran más atractivos en el mercado? Es decir, ¿el público deseaba, buscaba y compraba estos jarrones? ¿Por qué? ¿Qué los motivaría a comprar un jarrón en cuya cara dos jóvenes se cortejaban? Pero si la homosexualidad era reprensible, como algunos argumentan, ¿a qué se deben todas estas —que no son pocas— representaciones de figuras rojas y negras y el interés que los pintores de jarrones y el mundo entero suscitan en ellas?
Otra pregunta sería: ¿en qué medida se diferenciaban los antiguos griegos de otros pueblos? ¿Dudaron o no en elegir, adaptarse, desarrollarse y, sobre todo, innovar? Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, surge otra más amplia: ¿El conocimiento y la interacción con las artes los predispusieron a disfrutar de los productos de su ingenio y a atribuir placeres similares a sus dioses y héroes? ¿Sí o no?
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