dimarts, 3 de desembre del 2019

MARIA PÉREZ JUGLAR, SOLDADERA Y LIBRE.

María Pérez, "la Balteira" fue una mujer rebelde del siglo XIII. En un mundo de hombres, muchas mujeres sobresalieron y mostrar su inteligencia, a pesar del olvido misógino de los historiadores, que incomprensiblemente han sido olvidadas.


Unha das miniaturas do Cancioneiro da Ajuda onde se ve unha soldadeira danzando e tocando o pandeiro
Hoy conocemos que podía hacer las mayores proezas "capaz de robarle la mano en el más listo del hampa medieval" (1) o sobresalir entre las mujeres juglares de la Corte de Alfonso X el Sabio. Maria cobraba su soldada, salario, para entretener cortesanos con poder. Fue una mujer que sabia leer, escribir y componer poemas y canciones.

La realidad artística de la juglaría femenina seguramente fue mucho más compleja
de todo lo que dejan traslucir las reconstrucciones hechas durante siglos desde una perspectiva predominantemente masculina y siempre muy misógina y heteropatriarcal. (2) Muchos historiadores durante siglos clasificaron a las soldadas como prostitutas, sin ningún rigor. Pero no podemos olvidar que "a una Edad Media androcéntrica y reconstruida tradicionalmente desde una perspectiva masculina, hubo mujeres que ejercieron los mismos oficios que los hombres. Tal es el caso de la juglaría, oficio que no desembocaba necesariamente en la prostitución. " (2)

La María que nos ha llegado a nosotros nos muestra una mujer libre, era hidalga y optó por una vida independiente, en tiempos donde lo masculino se imponía. Pero se emancipó, e impuso carácter y derechos a los que convivieron con ella.

Una canción de su época, supuestamente escrita por Alfonso X, muestra como mandaba sobre su pareja:

Se bien Quereda fazer,
de tal midida DVDs a colher,
assi y no mear, por nulha Maneiro.
E diseña: -Esta é a madeira certeira,
y, de mais, nona dei eu a os sinlheira;
y pois que se en compasso á de meter,
atan larga deve toda ser,
que vaa por antr'as Pernas da'scaleira. (...)
E diss ': -Esta é a midida de España,
ca non de Lombardía niño de Alamanha;
y miedo de que é gorda, no os Seja mal,
ca delgada pera greta reno non vale (1)

María apareció por la corte en tiempos de Fernando III, aunque brilló en la época de su sucesor. Un tiempo en el que la lengua gallega todavía era importante en la corte leonesa-castellana. Llegó a dar su su dote a los monjes cistercienses, a cambio de renta vitalicia y derecho a ser enterrada en el Monasterio. A cambio ofrecía "contribuciones en especie"; según Menendez Pidal entre estos servicios no se descartaban los carnales. Hay que recordar que hasta mediados del siglo XIV, este tipo de "contribuciones" fueron legales y generalmente toleradas por la propia iglesia. 



Se cita también que viajó con los cruzados en Tierra Santa, pero no puede afirmarse. Pero si parece cierto que acompañó a las tropas del rey Alfonso X, llegando a realizar tareas diplomáticas con los reinos Taifas.

Los últimos años de su vida los pasó en su Galicia, donde lamentó el único pecado de su vida: ser vieja. Hasta el último día de su vida estuvo bien acompañado de un fraile a sueldo que la defendía del diablo.

(1) María Pérez, la BALTEIRO:    https://iconosmedievales.blogspot.com/2014/11/la-historia-de-maria-perez.html
(2) Mujeres y juglaría en la edad media hispánica: algunos aspectos. Donatella Siviero Università di Messina 

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GUY HOCQUENHEM, RACE D'EP