dijous, 25 d’agost del 2022

DE CÓMO LOS “CIENTÍFICOS” DEL SANTO OFICIO HURGARON EN EL ANO DEL JOVEN JUAN MULE

  Ni los cirujanos del Santo Oficio, ni los de los tribunales civiles, se distinguían por sus conocimientos científicos, aunque sus informes llevaron a muchas personas a las hogueras.




Encontrar heridas abiertas, laceradas o con sangre en el ano, lo consideraban una clara evidencia de la sodomía del encausado, aunque este hubiese sido penetrado contra su voluntad. Pero por lo visto sus “rigurosos” exámenes tenían de todo menos de riguroso.


Los marineros siempre fueron objeto de sospecha por parte de las autoridades que perseguían el crimen sodomítico. Las relaciones homosexuales en el mundo de la mar estaban muy extendidas, especialmente en los barcos que recorrían largas distancias.


Aunque en el mundo de la marina militar las relaciones acostumbraban a ser jerarquizadas y no siempre libres. Siguiendo atentamente la lectura de las actas de la inquisición podemos llegar a la conclusión de que las relaciones homosexuales en el mundo de la marinería estaban sujetos a las relaciones de poder en las muy jerarquizadas tripulaciones de las naos que hacían el recorrido de las Indias. Aunque seguramente no siempre fue así, existieron las relaciones consentidas, especialmente aquellas entre marinos del mismo rango. Es muy difícil saber cuántos casos fueron consentidos o por "obligación", seguramente en los procesos el sentido de culpa y el deseo de justificación dio una sensación errónea en cuanto a la existencia de relaciones "no consentidas". El film "Master and Commander" (2003) nos muestra una de estas relaciones, cuando un miembro de la pareja muere, entregan todas sus pertenencias al otro miembro a quien dan el pésame. 





Así a mediados del siglo XVII, los cirujanos sometieron al pobre grumete Giovanni Mule a un sinfín de pruebas para discernir si le habían penetrado con el “sieso”. (1) El primer cirujano señaló “que tenía sus partes laceradas, llenas de sórdidas úlceras”, señalando que el joven tenía “un culo suelto”, y que “alguien había cometido con el joven marino el delito de sodomía” (2).


Otro cirujano señaló que el culo Mule “estaba muy usado”, y ello era porque el grumete “se había dejado penetrar en distintas ocasiones”(2). El magistrado no se fio de los cirujanos y ordenó una nueva revisión, pero este segundo informe señalaba que no había estado penetrado. El magistrado obligó a un tercer reconocimiento, que tras salir de nuevo negativo el magistrado ordenó examen, por ello y “con los instrumentos necesarios”, tras hurgar profundamente llegaron a la conclusión de que Mule tenía en el interior del ano “un sentimiento muy preocupante”, pero también que los propios instrumentos introducidos habían causado laceraciones que podían confundirse con el nefando pecado. Se desconoce si al final Giovanni Mule fue condenado. Recuerdo que la edad de estos grumetes raramente superaba los 18 años.





Pero este tipo de excesos jurídicos sobre los marineros eran por desgracia muy comunes entre los siglos XVII y XVII. Los más jóvenes no solo sufrían los abusos de sus superiores, sino que además después, al quedar señales en sus anos de estas agresiones, recibían estos excesos en los tribunales que acababan con terribles condenas, para en ocasiones acabar quemados acusados del “terrible” crimen de sodomía.




  1. nombre con el que los cirujanos llamaban al miembro eréctil masculino, el pene. 

  2. Garza, Federico. Quemando Mariposas. Ed Laertes.


Mas:


Molina, Fernanda.  La sodomía a bordo. Sexualidad y poder en la Carrera de Indias (Siglos XVI-XVII). Revista de Estudios Marítimos y sociales. Nº3, noviembre 2010.

Tripp, C. A. La cuestión homosexual, EDAF.


Blog:


L’ARMARI OBERT:  LA SODOMIA EN EL MUNDO DE LA MARINA, SIGLOS XVI-XVIII: https://leopoldest.blogspot.com/2014/12/la-sodomia-en-el-mundo-de-la-marina.html

EL MATELOTAGE, UNIONES HOMOSEXUALES EN EL MUNDO DE LA PIRATERÍA:

https://leopoldest.blogspot.com/2017/04/el-matelotage-uniones-homosexuales-en.html


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GUY HOCQUENHEM, RACE D'EP