dimarts, 24 de juny del 2014

TOMAS DE AQUINO Y EL VICIO SODOMÍTICO


Aunque algunos historiadores minimizan el discurso homofóbico de Tomás de Aquino, lo cierto es que este influyó de forma decisiva en la actitud de la iglesia cristiana y los reinos occidentales durante siglos.




Agustín de Hipona y Juan Crisóstomo introducen un discurso abiertamente homófobo en el seno del cristianismo a partir de su interpretación de los textos bíblicos. Durante siglos este discurso vivió cierto letargo hasta el siglo XIII en que aparecen toda una serie de "pensadores cristianos" que actualizan y reviven este discurso intolerante. Los predicadores claman que la sodomía no es cristiana, que enfurece a dios, que es la causa de todos los males, que la han importado los pagano y los musulmanes. A finales del siglo XII se relaciona por primera herejía y sodomía para justificar la persecución de los hombres y mujeres puras (cátaros)

En primer lugar el predicador catalán Ramón de Peñafort que recupera el concepto del "vicio sodomítico" como crimen y defiende el final en la hoguera de los practicantes del pecado nefando. 

Alberto el Magno describía la homosexualidad como una enfermedad contagiosa que pasaba de una persona a otra y era especialmente común entre los ricos, aunque admitía que podía ser innata. 


Santo Tomás (1224-1274) trató de demostrar que la sodomía se oponía a la naturaleza; la naturaleza había creado la sexualidad para la procreación, y que usarla para cualquier otro propósito iba contra la naturaleza. Pero al igual que su maestro Alberto llega a admitir la existencia de personas cuya homosexualidad podía ser innata. 



El de Aquino no utiliza Sodoma ni ninguna catástrofe bíblica para hablar de la homosexualidad. Centra su argumentación en intentar demostrar que la finalidad de las relaciones sexuales es la procreación.Para él la conducta natural se opone a la conducta "contra natura". 

En la Summa Theologiae engloba los pecados de la carne dentro del vicio de la lujuria. Según él, ésta sobrepasa la manera racional de vivir y el "orden" natural. La lujuria (dentro de ella el "vicio" contra natura) repugna la recta razón y es pecado. Es pecado contra natura la masturbación, el bestialismo y el vicio sodomítico. Éste último se comete cuando se realiza entre sexos "no debidos", es decir hombre con hombre, mujer con mujer. Este vicio es un pecado "feo y grave" Para Tomás de Aquino el orden natural estaba marcado por Dios, por ello este pecado era una injuria contra éste. 

 “La sodomía”, dice, “es llamada ‘el vicio antinatural’ por la gente común, y por ello puede decirse que es antinatural” "Debe notarse que podemos referirnos a la naturaleza humana como lo peculiar al hombre, y en este sentido todos los pecados, en la medida en que se oponen a la razón, se oponen a la naturaleza (como lo afirma san Juan Damasceno);o bien como lo que el hombre tiene en común con otros animales, y en este sentido se dice de ciertos pecados particulares que son contra natura, así como el coito entre machos (que es el vicio específicamente llamado contra natura) es contrario a la unión de macho y hembra natural en todos los animales."



Para Boswell, que considera que la homofobia de Tomás de Aquino es mas por presión popular que por convicción:  

"Santo Tomás admite más o menos francamente que su categorización de los actos homosexuales como «no naturales» es una concesión al sentimiento y al habla populares. Puesto que, desde el punto de vista teológico, todos los pecados son por fuerza «no naturales», es lisa y llanamente redundante argumentar que la homosexualidad es pecaminosa porque «no es natural»; la pecaminosidad de los actos homosexuales debería mostrarse prescindiendo de que, desde el punto de vista teológico, sean inmorales por su «no naturalidad»; pero Tomás de Aquino no podía exponer ningún argumento contra la conducta homosexual que hiciese de ella algo más grave que el comer en exceso y, además, admitía que el deseo homosexual derivaba de una condición «natural», lo cual conduciría lógicamente a la conclusión de que la conducta resultante no sólo es inocente, sino también «buena»

A diferencia de Agustín de Hipona, no habla de crimen, para él es uno de los pecados mas graves que puede cometer un ser humano. Pero sin duda su discurso ha sido la base del pensamiento homofóbico cristiano durante siglos.  Es necesario recordar que para pasar de pecado a crimen, para que las duras apreciaciones morales del de Aquino se plasmaran en las leyes hizo falta que legisladores y juristas de la época le dieran forma, y lo hicieron con ensañamiento en demasiadas ocasiones.

LA SODOMíA EN LA HISTORIA DE LA MORAL ECLESIAL

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