Como siempre que nos acercamos a este tipo de
uniones, no falta quien niega cualquier tipo de relación lésbica, más
allá de una profunda amistad.
Durante el siglo
XIX, e inicios del XX, y en la puritana sociedad bostoniana aparecieron
los llamados "matrimonios de Boston", formados por dos mujeres que
vivían juntas, no tenían relaciones con hombres, ni dependían económicamente de
ellos.
Generalmente eran profesionales, escritoras o disponían de una importante herencia. Eran mujeres cultas y feministas que preferían llevar una vida en libertad, que caer bajo el yugo de un matrimonio. La sociedad aun les consideraba inferiores y los hombres acostumbraban a despreciar mujeres que seguramente eran intelectualmente muy superiores a ellas.
En estos "matrimonios" se respetaba mas la igualdad entre sus miembros que en los clásicos enlaces heterosexuales. Así mujeres médicos, científicas o profesoras podían desarrollar su actividad profesional con mas plenitud y libertad.
Pero no debemos
olvidar que eran tiempos de romanticismo y las uniones también se realizaban
por amor. Seguramente muchas mujeres huían de matrimonios de conveniencia, sin
olvidar que las relaciones emocionales fueron la base que cimentaron estas
relaciones y permitieron el que fueran duraderas.
Un dato es muy
revelador, en un estudio de 1929, con mujeres universitarias, el 50,4 %
respondieron que habían "tenido
intensas relaciones afectivas con otras mujeres", y el 19,5 %
habían tenido "relaciones intensas
acompañadas de la masturbación mutua, con contacto de los órganos genitales, u
otras expresiones reconocidas como sexuales". (1).
El término
"matrimonio de Boston" fue utilizado por primera vez por Henri James
en su obra "Las Bostonianas" (1886), en la que narra la vida de las
llamadas "mujeres nuevas". En 1999 David Mamet estrenó
"Boston Marriage" en la que cuenta la relación emocional entre dos
mujeres a inicios del siglo XX.
A inicios del
siglo XX este tipo de relaciones desaparecieron, la sociedad empezó a no
aceptar estas relaciones al ver que podían tener un contenido sexual y
romántico. Paralelamente empezaron a surgir movimientos feministas y la
identidad lesbiana.