dimecres, 26 de novembre del 2025

ARTHUR TRESS, CREADOR DE ENSOÑACIONES.



Arthur Tress es un fotógrafo norteamericano conocido principalmente por sus fotografías surrealistas y desnudos masculinos.


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Nacido en 1940 en Brooklyn, Arthur Tress se inició en el mundo de la fotografía con solo 12 años. Con 20 años se trasladó a París para ir a la escuela de cine, pero prefirió viajar por Europa, Egipto, Japón, India y México. Acabó instalándose en Suecia y trabajó como fotógrafo en el Museo Etnográfico de Estocolmo. A finales de la década regresó a Nueva York.




Pronto cambió la forma clásica de fotografiar la realidad, manipulándola para mostrarnos un mundo mas surrealista, mas de ensueño. El escritor y comisario de sus exposiciones,Richard Lorenz, lo describe asi: "Arthur Tress destila múltiples puntos de vista en su estilo único y en constante evolución de la fotografía. La investigación histórica y cultural del etnógrafo, la orientación psico-social y el pensamiento-la siembra del director de escena, y la cálculo, a veces la improvisación, la imaginación y la creatividad del artista todas se unen en Tress el fotógrafo."





Cuando volvió a San Francisco en 1964 estaba más interesado en fotografiar a las personas en un estilo más periodístico y espontáneo, pero seguía viendo el potencial estético de la fotografía. El verano de ese mismo año tuvo una gran oportunidad de poner estas ideas en práctica ya que coincidieron en la ciudad una convención republicana, manifestaciones por los derechos civiles y la primera gira de los Beatles en Norteamérica. Tress reconoce que con estas imágenes estaba interesado, igual que otros fotógrafos de su época, en la cámara como un arma para el cambio social, y se inspiraba en las obras de Robert Frank, Bruce Davidson y Danny Lyon.




En 1980 publicó su libro "Arthur Tress: hacia arriba, una encuesta de 12 años" en la que presenta su nueva forma de fotografiar el desnudo masculino. Le sigue su "Tetera Opera" "Sombra, una novela en fotografías" "Teatro de la mente", etc. Su obra se ha expuesto en las mejores Galerias, como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Nueva York, elMetropolitan Museum of Art, Nueva York, Nueva York, la Bibliothèque Nationale, París, Francia, etc.

Durante los años 70 y 80 sus series son más diversas, por una parte está su fotografía surrealista, que en ocasiones tiene un toque mágico e inquietante; y por otra los desnudos masculinos con los que empieza a mostrar y explorar su homosexualidad. No se limita a retratar la anatomía, sino que llega a lo psicológico. Siempre les añade misterio, tensión, reflejando así la sexualidad desde un punto de vista que no era convencional. También en los 80 hay un elemento discordante en su obra: utiliza el color y empieza a fotografiar objetos encontrados con los que crea naturalezas muertas y construcciones.


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Aunque todos estos temas puedan parecer muy diferentes, en numerosas ocasiones se entrecruzan. No debería sorprendernos cuando a Arthur Tress no le gusta ser etiquetado y defiende él fotografía lo que le interesa sin mayor pretensión. Con 85 años sigue siendo un fotógrafo muy activo.




Mas información:

dimarts, 25 de novembre del 2025

SÓCRATES, EL QUE NO ERA PLATÓNICO.

 EL verdadero Sócrates poco tiene que ver con la figura que utiliza el fornido Platón  (1) en sus diálogos. Vivió de forma sencilla, habló del arte de vivir, dijo que solo sabia que no sabia nada, que nadie es malo voluntariamente, que la filosofia nos enseña a vivir y a morir. 


Sócrates y Alcibiades


Se casó dos veces, aunque más por obligación que por gusto por el género femenino, sus matrimonios fueron un desastre. Como buen griego amó a los jóvenes muchachos.  Sócrates pudo detenerse en el camino y, antes de alcanzar la idea pura, disfrutar de los bellos vehículos conceptuales, los efebos.

Platón se sirve de él, más que al revés. El Sócrates platónico es totalmente inventado, relegando al verdadero. Seguramente mucho más cercano a los pensadores cínicos o hedonistas. Por esto no gustó al poder y lo eliminaron. Platón no se dignó ni ir a su entierro.

Sócrates tuvo dos esposas, cuyos nombres eran Jantipa y Mirto. La primera es la que aparece en la mayoría de las anécdotas sobre la difícil vida matrimonial de Sócrates, siendo a menudo descrita como una mujer de temperamento fuerte. Luego se casó con Mirto, se sugiere que se casó con ella para cumplir con un decreto ateniense que fomentaba tener más hijos a causa de la escasez de hombres después de las guerras.

La información sobre sus dos matrimonios proviene de Aristóteles, citado por Diógenes Laercio. No está claro si estuvo casado con ambas simultáneamente o una después de la otra.


El lienzo muestra un erastés (Sócrates) que sabe por qué es mayor y un erómen (Alcibíades) que no sabe nada y le inicia en todo, también sexualmente. Las mujeres no son su preocupación, por mucho que muestren sus pechos relucientes.


En el 399 a JC. Sócrates fue condenado en uno de los juicios más celebres de la Antigüedad.  Se le acusaba de corromper a la juventud y de impiedad. ¿Cómo una sociedad en la pederastia estaba institucionalizada podía condenar a su mas famoso pensador por corromper a los jóvenes?

Sócrates fue defensor de que las relaciones con sus alumnos fueran de estrecho amor y amistad, aunque no está claro que incluyera las relaciones sexuales. Así famosa relación con Alcíbiades posiblemente habría sido casta. Ello no impidió a Sócrates a visitar los burdeles de Atenas frecuentadas por jóvenes, a liberar a su amado Fedón o a hablar de los " bellos cuerpos de los jóvenes tras sus túnicas abiertas".

Su inconformismo le llevó a enfrentarse a la mayoría de la opinión pública, a estar cerca de enemigos de la democracia ateniense como Alcibíades o los treinta tiranos. Sócrates no tenia una visión aristocrática de la política, pero no se adaptaba a lo establecido. 

El filósofo relativizaba la importancia de la religión, creía mas en su "daimon" (espíritu personal, alma o intuición) que en la religión de estado. Estas dos razones justificaron su acusación, su altivez y desprecio del gobierno ateniense, facilitaron el camino.

Socrates y Alcibíades, Pedro Figueiredo e Melo 1860 Museu Dom João VI, Rio de Janeiro.



Entre sus alumnos estaban Antístenes de Atenas fundador de la escuela cínica; Aristión de Cirene, fundador de la escuela cirenaica; Jenofonte fundador de la escuela estoica; y Platón que lo utilizó para sus diálogos. Todas las escuelas filosóficas  fueron fundadas por sus seguidores.

La diversidad de estas escuelas muestra la influencia de Sócrates y la diversidad de las interpretaciones de sus enseñanzas. Los conceptos filosóficos enseñados por Antístenes y Aristión no podrían ser más diferentes, uno enseñaba que la buena vida sólo podía conseguirse mediante el autocontrol y la abnegación, el otro postulaba que una vida de placer era el único camino que valía la pena transitar.

La mayor contribución de Sócrates a la filosofía fue cambiar el foco de la investigación intelectual, pasando de la “ciencia física” (desarrollada por los “filósofos presocráticos”) al mundo abstracto de la ética y la moral. Todas las escuelas ponían el énfasis en algún tipo de moral como base fundacional.
Históricamente, se han basado en los Diálogos de Platón como fuente para conocer al Sócrates, pero éste había creado un personaje que llamaba "Sócrates" que utilizaba como portavoz de sus propias visiones filosóficas. Célebres como Jenofonte, cuya obra Memorabilia ofrece una visión de Sócrates diferente a la mostrada por Platón.

El foco de Sócrates estaba puesto en cómo vivir una vida buena y virtuosa. Su frase “una vida sin examen no es digna de ser vivida”, él realmente inspiraba a sus seguidores a pensar por sí mismos en lugar de seguir los preceptos de la sociedad y las supersticiones sobre los dioses y el comportamiento humano.

La muerte de Sócrates, Jacques-Louis David. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. 1787.


David pintó "La muerte de Sócrates" en tiempos de la monarquía, 1787, y se adapta al pensamiento de su época. En él, el filósofo, toma la cicuta con una mano en horizontal, es el mundo de bajo, el de la injusticia, también el de la democracia ateniense, que condena al pensador por pensar libremente.

Nunca le gustó el gobierno, era partidario de la aristocracia. Su mano vertical señala el cielo, el mundo del más allá. Se convierte así en el punto de unión entre lo divino y lo humano. Nos muestra a un hombre sereno ante la muerte: espera el cielo. Aquí está platonizado y cristianizado, como después fue recuperado por laicos, sans-culottes, francmasones, el cine... Todos y cada uno edificaron un Sócrates a medida. Los mitos permiten la multiplicidad.

Sócrates, en el humedal de la muerte, se muestra cómo era: irónico y valiente, virtuoso y templado... sin perder ni una sola ocasión para filosofar. Fue un hombre congruente, lo que es el indicador seguro de una vida filosófica.

Por sorteo fue elegido un tribunal de 500 miembros que no dudó en condenarlo. El pensador ateniense se burló de la sentencia, esta ligereza provocó que se solicitara la pena de muerte y fuera concedida por 260 contra 140 votos. Sus amigos le animaron a huir, pero él siempre propugnó la obediencia a las leyes y bebió la cicuta. tenia 70 años.


Escena que representa a Sócrates tras ser ordenado beber veneno para morir.



(1)  Platón deriva del griego antiguo platýs, que significa "ancho". Este apodo se debió probablemente a la complexión física del filósofo, pues, más tenía una espalda ancha. 

dimarts, 18 de novembre del 2025

HOMOSEXUALIDAD GRIEGA, DE KJ DOVER (1978)

 NOTA: Reseña de Rictor Norton. Aunque las opiniones de Dover fueron cuestionadas por James Davidson en noviembre de 2007. Es útil repasar las opiniones de Dover.

Rictor Norton ( 1945) es un experto estadounidense en la historia de la literatura y la cultura, particularmente de la historia gay. Vive en Londres, Inglaterra. Fue miembro del Gay Leberation Front. Es uno de los principales críticos de la corriente del construccionismo social dentro de los estudios LGBT, cuyo principal representante es Michel Foucault. Al contrario que los contruccionistas, Norton no cree que la homosexualidad sea una construcción social de finales del siglo XIX, sino que se puede reconstruir una continuidad histórica y cultural para los homosexuales por lo menos desde la Grecia Antigua hasta la actualidad. 



 

CRITICA DE RICTOR NORTON:

Durante mucho tiempo se creyó que los griegos aceptaban la homosexualidad sin reservas; pero en las décadas de 1960 y 1970, esta visión fue cuestionada por autores como Arno Karlen en «Sexualidad y homosexualidad», hasta que algunos escritores han llegado a la conclusión de que los griegos ridiculizaban abiertamente la homosexualidad. Pero todo ha vuelto a la normalidad: Sir Kenneth Dover, presidente del Corpus Christi College de Oxford, un hombre de erudición intachable, en una obra impecablemente documentada, ha reafirmado que los hombres griegos amaban a los jóvenes varones.

Un capítulo muy breve aborda las escasas referencias a la homosexualidad femenina en la literatura griega, principalmente en obras de y sobre Safo. El tema —pero no la conducta— era tabú.




Una de las cualidades más admirables del argumento de Sir Kenneth Dover es su sensatez. He aquí, por ejemplo, cómo establece el marco de su estudio:


«Cómo, cuándo y por qué la homosexualidad manifiesta y sin reprimir se convirtió en un rasgo tan notorio de la vida griega es un tema interesante para la especulación, pero lamentablemente carecemos de pruebas, pues no cabe duda de que la homosexualidad manifiesta ya estaba muy extendida a principios del siglo VI a. C. [...] Por qué los atenienses del siglo IV a. C. aceptaron la homosexualidad con tanta facilidad y se adaptaron tan alegremente al ethos homosexual es una pregunta que puede responderse de inmediato a un nivel superficial: la aceptaron porque era aceptable para sus padres, tíos y abuelos».


Y es en este nivel "superficial" donde Dover, con toda razón, deja de especular sobre la motivación, negándose rotundamente a seguir por esa línea de investigación infructuosa. "La pregunta interesante e importante con respecto al siglo IV es: ¿cómo funcionaba realmente la homosexualidad?". Este enfoque implica, por ejemplo, que no se menciona la figura de la Madre Íntima y Protectora, mientras que las comparaciones estadísticas sobre el tamaño y la forma del pene joven más deseable ocupan un lugar destacado. La sugerencia de que la segregación de las mujeres tenía algo que ver con la preferencia por la homosexualidad se plantea tentativamente, pero con gran cautela: probablemente la heterosexualidad habría sido más frecuente si las mujeres hubieran estado más disponibles, pero en cualquier caso, los chicos eran accesibles en los gimnasios y eran los objetos sexuales deseados; y los chicos y jóvenes más deseados no eran sustitutos de las mujeres: eran claramente "masculinos" tanto en sus rasgos como en sus estilos de vida.




La mayor parte del estudio se centra en el juicio del año 346 a. C. Se trata del caso de un ateniense llamado Timarco, quien fue procesado por haberse prostituido homosexualmente en su juventud. Fue declarado culpable de los cargos imputados y privado de sus derechos civiles, incluyendo el derecho a ocupar cargos públicos. Este juicio se ha utilizado indebidamente para "probar" la existencia de "leyes contra la homosexualidad" en Grecia. Sin embargo, un análisis casi exegético del texto de la acusación revela que el delito de Timarco consistía en aspirar a un cargo público para el cual los prostitutos homosexuales estaban inhabilitados: no habría sido declarado culpable si hubiera ofrecido sus favores por amor en lugar de por dinero, o si no hubiera sido ciudadano ateniense (los no ciudadanos estaban automáticamente inhabilitados para ocupar cargos públicos y podían prostituirse con impunidad), o si hubiera sido un prostituto homosexual sin aspirar a un cargo público. En otras palabras, la homosexualidad no era el tema central del juicio; incluso el propio fiscal se jactaba de ser homosexual. Esta sección del libro roza la pedantería, sobre todo en sus análisis lingüísticos, pero es precisamente la pedantería necesaria para contrarrestar las conclusiones superficiales de autores no clásicos.

El juicio sirve como punto de partida para investigar las leyes y actitudes atenienses hacia la homosexualidad, tal como se expresan en diversos materiales, desde grafitis hasta pinturas en vasijas (hay más de cien ilustraciones), desde la comedia aristofánica hasta la filosofía platónica, desde pinturas murales hasta la lingüística. Es probable que las conclusiones de Dover generen controversia, al menos entre los profesores de los departamentos de lengua y literatura clásicas: por ejemplo, los homosexuales activos no son objeto de burla en la literatura griega; solo el homosexual pasivo es considerado «antinatural» si expresa placer al ser sodomizado (Los chicos, por tradición, eran tímidos y se esperaba que concedieran favores sin admitir que los disfrutaban, del mismo modo que a las damas en la ficción victoriana se las elogiaba por someterse obedientemente a sus maridos, pero se las criticaba si admitían que les gustaba el sexo).




La conclusión fundamental de Dover confirma la opinión de Pausanias expresada en el Simposio de Platón: «Es meritorio conceder cualquier favor en cualquier circunstancia con el fin de convertirse en una mejor persona». O, como traduce Sir Kenneth Dover del eufemismo a un lenguaje sencillo: «Aceptar el pene del maestro entre sus muslos o en su ano es el precio que el alumno paga por una buena enseñanza, o bien, un regalo de un joven a un mayor al que ha llegado a amar y admirar».

El libro ignora sistemáticamente las cuestiones a las que los filisteos quieren respuestas o juicios: el hecho de que la «homosexualidad» griega sea más precisamente «pederastia» o incluso «pedofilia» no es un problema que preocupe a un verdadero erudito. La erudición que evita las peticiones de principio es la clave; las cuestiones puramente académicas son las que realmente importan, y a veces Dover nos ofrece no tanto un análisis del amor griego como un inventario de vasijas griegas. Francamente, personalmente me resulta de lo más refrescante. Aunque el libro es denso y poco interesante y accesible para quienes no son especialistas, supone un cambio radical respecto a la hipocresía de los moralistas y sin duda se convertirá en el estudio definitivo que todo futuro autor sobre la homosexualidad griega deberá estudiar. "Rictor Norton"


Tumba del nadador, Paestum


Resumido y traducido can la ayuda del señor Google.

dilluns, 3 de novembre del 2025

COMO VEIA LAS RELACIONES HOMOSEXUALES EL AUTOR DEL COLLAR DE LA PALOMA


El collar de la paloma es una obra en prosa del siglo XI escrita en lengua àrabe por Ibn Hazm.  Se trata de un libro de reflexiones sobre la verdadera esencia del amor intentando descubrir lo que tiene de común e inmutable a través de los siglos y las civilizaciones de influencia neoplatónica, incluyendo detalles autobiográficos y documentales. Esta entrada se centrará en acercarse a como trató las relaciones homosexuales.




En el ámbito de los estudios medievales se ha pasado por alto la presencia de la homosexualidad de la época, ya sea por tabúes o por falta de fuentes que traten el tema. Cuando al fin encuentras alguna referencia, vienen acompañadas de citas de Marañón o López Ibor que consideraban la homosexualidad una enfermedad.

En el Collar de la Paloma hay muchas referencias homoeróticas, también un deseo de represión y castidad, paralelo al mismo deseo de represión heterosexual. Para acabar diciendo que el homoerotismo debia ser castigado. ¿Lo hizo por conviccción o para justificar su publicación? Difícil de saber.

Resumo este texto de Antonio ARJONA CASTRO Censor y académico numerario de la Real de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, com citas de López Ibor y Marañón, realizado en 1995. Creo que lo que he entresacado es de vuestro interés.







"Nació Abū Muhammad 'Alī Ibn Hazm en Córdoba, el año 384, que corresponde al 994 de nuestra era:

«Nací en Córdoba en el yānib (costado) oriental, en el arrabal de Munyat al-Mugīra, antes de la salida del sol y después de la salutación del imán"...

La niñez lánguida e indolente de un hijo de un ministro, que se cría oculto en los rincones del harem, entre los besuqueos y las intrigas de la mujeres. De ellas aprendió el Alcorán, y muchos versos, y a hacer los primeros palotes; pero también otras cosas, no poco útiles, aunque dolorosas en la infancia: se le revelaron temprano los misterios de la vida sexual y los tejemanejes del serrallo. Era, sin duda, un niño impresionable, enfermizo, de anormal nerviosidad, con despierta inteligencia y sentido moral, siempre en guardia contra la psicología femenil, que tan precozmente había conocido.

El ambiente social en que vivió su infancia y la educación que recibió, unido a factores genéticos, determinarían su personalidad, conducta sexual y amorosa. Respecto a su personalidad fue fuerte y vigorosa. Sus ideas políticas fueron firmes, lo que le acarrearía no pocos sinsabores en su vida. Fue un constante defensor de la causa omeya, incluso cuando las autonomías de las Taifas ya se habían consolidado.








Ibn Hazm aprendió en primer lugar a hablar con soltura, luego a escribir con claridad y de modo simultáneo a leer, utilizando para ello el Alcorán, cuyo conocimiento será luego la mejor base de su formación literaria. Aprendió gramática, lingüística, cálculo aritmético, geometría, arquitectura y filosofía. Su recta formación en religión y moral le daria una permanente búsqueda de la verdad.

Respecto a su sexualidad, es necesario recordar que rol no era el mismo en la Córdoba musulmana del siglo X que en la actualidad. En la Córdoba de Ibn Hazm, los roles de género estaban modelados a partir de los roles femeninos y masculinos definidos por el ambiente social de la época. En la España de los reyes de Taifas estaba de moda el amor bagdadí, es decir, el amor por los efebos, sobre todo entre la aristocracia y la élite intelectual de los poetas y literatos. Por eso Ibn Hazm tendrá una sexualidad ambivalente en sus años de juventud, aunque luego sus firmes convicciones religiosas le mantendrían en la más estricta castidad..

No es lo mismo crecer en un hogar donde solo habitan exclusivamente sus padres biológicos o adoptivos que en un harem lleno de mujeres y eunucos, gran parte de los cuales solían ser homosexuales.




Ibn Hazm tuvo una infancia y adolescencia llenas de experiencias sexuales de todo tipo, Después, a los 18 años, queda huérfano y se traslada a Almería. Dejaba en ella no sólo sus bienes materiales sino el amor de su juventud, la primera ilusión de su vida, cuyo vivo recuerdo le mueve a escribir su famosa risāla “El collar de la Paloma".


Pero este amor platónico que aparece en El collar de la Paloma se refiere al amor total con realización sexual. Prueba de ello es el caso que nos relata:

..."-Por Dios, voy a decírtela. Yo soy el hombre en quien dura más la erección. La mujer ha satisfecho ya su placer, incluso doblado, sin que hayan acabado mi erección ni mi deseo. Nunca me canso antes que la mujer,...




Su conocimiento de estos temas amorosos no era exclusiva del amor heterosexual, sino también al homosexual:

<«...Me acuerdo de haber estado cierta vez en una tertulia a la que asistían algunos amigos nuestros en casa de un ricacho, allí advertí entre uno de los presentes y otro, iniciaron manejos que no me gustaron, guiños nada convenientes y apartes de cuando en cuando. El 
dueño de la casa se hacía el ausente o el dormido. ni se inmutó; en vista de lo cual, le recité dos versos antiguos:

"Sus amigos que se hallaban aqui ayer
no vinieron por la música, sino por fornicar.
Consiguieron su intento, y tú eres un asno
cargado de imbecilidad y tontería»)


En sus confesiones personales relata:

«De mí sé decirte que jamás he bebido del agua de la unión sin que se me acreciera la sed. Una vez me reuní con una persona a quien amaba, y mi imaginación, al hacer recuento de los diferentes modos de la unión amorosa, no encontró ninguno que no quedase por debajo de mi propósito, que no resultase insuficiente para remediar mi pasión y lo rechacé"




En otras ocasiones Ibn Hazm aparece como romántico amador, víctima de una fiel, de una desgraciada pasión no correspondida. Puede que Ibn Hazm no era sincero en El collar de la paloma, sino que seguía los cánones de la preceptiva árabe y ocultaba gran parte de su íntima experiencia sexual.

Ibn Hazm conocía perfectamente el tema de la homosexualidad, y seguramente tuvo alguna experiencia de este tipo. El razonamiento legal de Ibn Hazm sobre la homosexualidad tanto masculina como femenina comparándola con la de otros juristas, en particular, malikíes, Ibn Hazm mantiene que la homosexualidad no debe equipararse a la fomicación que incurre en la pena de muerte. Por el contrario, aboga por el relativamente suave castigo de diez latigazos por prácticas homosexuales, basado en su interpretación de las fuentes reveladas."






Aunque algunos autores modernos han insinuado que el propio Ibn Hazm pudo homosexual (tal vez reprimió sus propios deseos), él condena categóricamente las relaciones entre miembros de un mismo sexo y mantiene que los homosexuales deben reformarse. Pero no debe olvidarse que al optar por la castidad, no solo reprimió sus deseos homosexuales, también los heterosexuales.