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Jesús y el discípulo amado, siglo XI. San Juan de la Peña. |
Hemos de tener en cuenta en primer lugar que conceptos como los de homosexualidad o sodomía no existían en los primeros siglos de presencia del cristianismo, por ello podían aparecer con otros nombres que muchas veces al ser traducidas han perdido su significado inicial. Traducciones, en muchos casos, manifiestamente tendenciosas.
Los hechos que analizamos son los descritos en los evangelios oficiales, pues no se dispone de evidencias que permitan verificar si ocurrieron o si las personas señaladas existieron en realidad.
Observemos la actitud de Jesús en el contexto del Nuevo Testamento, donde no se encuentra ningún pasaje donde diga alguna cosa en relación a las relaciones homosexuales. De manera que presentar el amor entre personas del mismo sexo como una amenaza al cristianismo o a la vida de familia no tiene ningún fundamento.
La primera referencia se encuentra en la historia donde Jesús cura al criado del Centurión. La palabra usada para el criado es "pais" la cual en la cultura griega se refiere a un amante más joven de un hombre mayor o más educado. La historia demuestra claramente un amor inusualmente intenso, y la respuesta de Jesús fue totalmente positiva:
"Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, que le rogaba diciendo: «Señor, mi “pais” está postrado en casa, paralítico, gravemente afligido». Jesús le dijo:«Yo iré y le curaré». Pero el centurión le dijo: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi “pais” siervo sanará, pues también yo soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a éste "ve" y va y al otro "ven" y viene; y a mi siervo "haz esto", y lo hace». Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que lo seguían: «En verdad os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; pero los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes». Entonces Jesús dijo al centurión: «Vete, y que se haga según tu fe». Y su pais quedó sano en aquella misma hora (Mt 8, 5-1) "
El centurión que tiene un amado sirviente (etimós doulós en el evangelio de Lucas) enfermo pide a Jesús que le cure. La escena ha sido interpretada por la tradición en el contexto de apertura eclesial a los paganos, pero en su fondo hay un relato antiguo (transmitido al menos por el Q; cf. Lc 7, 1-10; Jn 4, 46b-54). Jesús no ha satanizado a los soldados, ni ha querido combatirlos con las armas, sino que ha descubierto en ellos un tipo de fe que no se expresa en la victoria militar, sino en la curación del amado sirviente enfermo.
Jesús cura al amado sirviente y presenta a su amigo-centurión como signo de fe y de salvación, sin decirles lo que deberán hacer mañana. Creo es evidente que no exige, ni quiere, que rompan su amor, sino que lo vivan en libertad: Vete, y que se haga según tu fe.
Es necesario reseñar la importancia del hecho de que tanto Lucas como Mateo citan esta historia. Mateo utiliza (pais) joven amante... Lucas utiliza en cambio doulos(criado) y le añade "entimós" (estimado). Es de los pocos hechos señalados en dos evangelios distintos.
Otro pasaje interesante por la actitud asumida por Jesús es en relación a los llamados eunucos:
"Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos hechos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda." (San Mateo 19:12).
Todo indica que el concepto eunuco era mucho más amplio del que hoy tenemos, en él se podían incluir los castrados, los célibes y los homosexuales. ¿A qué se refiere cuando dice "hay eunucos que nacieron así"? Muchos vemos en esta expresión una clara referencia a la homosexualidad. Este significativo comentario de Jesús admite estilos de vida distintos del heterosexual.
Como podemos ver el evangelio de Mateo se refiere a estas tres clases diferentes de ser eunucos, los célibes, los castrados para servir como esclavos, de modo que no pudieran engendrar hijos, y a los que eran eunucos desde su nacimiento u homosexuales(como se les llamaría hoy).
Era usual que en aquella época las casas reales y ricas utilizaran a esclavos castrados para trabajar y cuidar a las concubinas. Sin embargo al asignar a esclavos a los miembros femeninos de la familia real los elegirían esclavos homosexuales, esto disipaba las dudas o preocupación sobre los embarazos indeseados y las violaciones.
En este contexto podemos interpretar la historia encontrada en Hechos 8:26-40. En este pasaje el Espíritu Santo envía a Felipe para dar testimonio de Jesús y para bautizar a un eunuco etíope:
“Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. 27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, 28 volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. 30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? 31 Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. 32 El pasaje de la Escritura que leía era este:
Como oveja a la muerte fue llevado;
Y como cordero mudo delante del que lo trasquila,
Así no abrió su boca.
33
En su humillación no se le hizo justicia;
Mas su generación, ¿quién la contará?
Porque fue quitada de la tierra su vida.
34 Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? 35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. 36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. 40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.
Curiosamente podemos observar como uno de los primeros convertidos al cristianismo era una persona excluida por razones sexuales de la comunidad del Antiguo Testamento.
La declaración de Pablo que aparece en Romanos 1:18-32 es la que se ha tomado como el rechazo más fuerte en el Nuevo Testamento sobre la homosexualidad. Es necesario aclarar que en realidad se refiere acerca de la influencia de la cultura pagana en los primeros cristianos romanos. Después de dar una descripción detallada de un mundo donde se adoraban falsos ídolos, el continua diciendo:
"Por eso Dios los ha abandonado a los impuros deseos que hay en ellos, y han cometido unos con otros acciones vergonzosas. Incluso sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las artificiales”
A lo que Pablo se refería en este pasaje era a la prostitución homosexual que se realizaba en los templos paganos e incluso en algunos judios, la cual fue realizada por varios tipos de cultos (es bueno señalar que algunos cultos utilizaron la prostitución heterosexual). Una vez más Pablo no se está refiriendo al amor entre personas del mismo-sexo, y además él no tiene claramente ningún concepto de las personas para quienes esta forma de vida es "natural."
A ello debemos unir las referencias a Juan Evangelista como el discípulo amado o al que Jesús amaba, representado durante la edad Media y el Renacimiento de forma cariñosa con su maestro.
Más información:
Lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad:
http://www.editorialegales.com/fichalibro.php?id=507