Antes de la Revolución Francesa la homosexualidad en Francia era perseguida principalmente por los tribunales eclesiásticos. En 1750 se realizaron las últimas ejecuciones.
En 1789 las relaciones homosexuales eran despenalizadas. Instaurada la libertad de prensa los tabloides franceses pronto descubrieron un filón para vender: ridiculizar a las personas homosexuales. El marqués Charles de Villette (1736-1793) fue un ejemplo de ello.
Vie du ci-derrière marquis de Villette |
Hijo de una familia acomodada, vendió su cargo en la corte para alistarse en ejército llegando a mariscal. Recibió la cruz de San Luís, pero ello no fue lo que le dio fama y notoriedad. Sus juergas en París eran enormes, no escatimando en gastos ni en amantes tanto masculinos como femeninos.
Su madre lo puso en contacto con Voltaire, algunos señalan que en realidad era su padre, éste lo acogió como a un hijo propio. Especialmente tras pasar una temporada en presión tras uno de sus múltiples escándalos. para recuperar su "honor" perdido Voltaire lo obligó a casarse, pero el matrimonio fue un desastre, pues su atracción por los hombres siguió, lo que le valió ser citado en la mayoría de chistes burlescos de la época.
Con la llegada de la revolución, Charles de Villette renunció a sus títulos nobiliarios, quemándolos públicamente. A pesar de abrazar con fervor la causa revolucionaria, los panfletos de la época se cebaron con él, ridiculizando su homosexualidad: Les Enfants de Sodome à l’Assemblée Nationale, Vie du ci-derrière marquis de Villette. En ellos se atacaba a los jacobinos acusándoles de sodomía.
Les Enfants de Sodome à l’Assemblée Nationale, |
Antes de morir defendió los derechos de la realeza dentro de la Asamblea Nacional Francesa, atacando tantos los excesos de la nobleza como las de los revolucionarios. Mientras respondía con ingenio a quienes le intentaron ridiculizar.