diumenge, 27 de febrer del 2011

DE COMO JUAN XXII LLEGO A SER PAPA.

Durante la estancia del Papado en Aviñón, los cónclaves para la elección del nuevo Papa se transformaban en unas grandes orgías.





Cuando en 1305 Clemente V fue entronizado Papa en Lyon iniciaba un largo período en que el Papado se trasladó a la ciudad de Avignon. Las luchas fratricidas entre las familias romanas justifican la búsqueda de un lugar mas "tranquilo". Pero esta ciudad era una zona de influencia francesa, donde mandaba con mano de hierro Felipe IV el Hermoso.

Esta ciudad vivió un momento de gran esplendor. Allí se trasladaron los cardenales con sus familias, sus amantes, sus sobrinos (1) y sus largos séquitos. Su vida no tenía nada que ver con un centro religioso. Pronto se transformó en uno de los mayores prostíbulos de Europa. Durante ésta época se extendió el gran negocio de las indulgencias, los clérigos pecadores pagaban sus indulgencias y eran promocionados, los frailes honrados eran despreciados o perseguidos (como el caso de los fraticelli).



Bajo la presión del rey de Francia se convocó el Concilio de Vienne, que fue una encerrona para acabar con la Orden de los Templarios, era 1314. El propio rey presionó al Tribunal y se sentó junto a Clemente V en el momento de firmar el decreto de supresión de la Orden.

Detr
ás de las acusaciones de sodomía o prácticas heréticas había otra realidad, la inmensa deuda que la corona francesa había contraído con ellos. Buena parte de sus bienes ya habían sido confiscados, pero la no condena permitió transformar la Orden Templaria en otras órdenes menores.


Tras la sangrienta persecución de los líderes templarios y cómo si de una maldición se tratara en poco tiempo el Papa y el rey francés morían y la corte de Avignon y el reino de Francia entraron en una larga etapa de desordenes y desgobierno.

Cuando Felipe V es coronado en 1316, los cardenades llevaban 2 años en unos vergonzosos enfrentamientos en Carpentras,  discutiendo la elección de un nuevo Papa. Entonces se ideó por primera vez un cónclave, donde una vez empezado ya nadie podría acceder al interior del recinto.  Allí se reunirían hasta la elección de un nuevo Papa. Francia se encargó de que los cardenales menos partidarios de su candidato llegaran tarde.

El Cónclave se celebró en Lyon. Cada cardenal sólo puedía ir acompañado de un sólo  paje. Curiosamente la mayoría se acompañan de jóvenes y bellos pajes. Tampoco así les entró prisas en nombrar nuevo sucesor de Pedro, mas bien parecían interesados en gozar de sus jóvenes compañías. Al final Felipe V ordenó cortarles todo tipo de alimento y en pocos días fue elegido Juan XXII, el candidato predilecto del rey capeto.

Juan XXII, saliendo del cónclave de Lyon. 




(1) Sobrino era un eufemismo que generalmente indicaba el nombre de los hijos del Papa o los obispos. 

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