dissabte, 18 d’agost del 2012

DIVINAS FLAGELACIONES


La iconografía religiosa nos ha mostrado una gran imaginación a la hora de mostrar todo aquello que sus enemigos eran capaces de realizar sobre los cuerpos desnudos de jóvenes y bellos cristianos, siempre muy contentos de serlo. La imagen de Cristo no era una excepción.

"La flagelación de Cristo" Bacchiacca, 1512


Muchas de estas obras formaban parte de la propaganda oficial, que mostraba a los herejes como capaces de miles de retorcidas torturas sobre inocentes cristianos. La oficialidad cristiana conocía bien estas practicas, en muchas de sus mazmorras ellos mismos las practicaban.

La mayoría de artistas realizaban la obra por encargo, mas que por convencimiento. Sus intenciones a menudo eran otras, así podemos ver figuras torturadas sin el mas mínimo sufrimiento o incluso con plena satisfacción. El desnudo abunda y en cuerpos siempre bellos y que muestran el ideal de belleza masculina del autor. Santos y vírgenes aparecen víctimas de mils complejas torturas, pero mientras en ellas no hay un atisbo de sensualidad, ellos es todo lo contrario, sean en el joven Pelayo o en el mayor San Jerónimo.

Martirio de San Pelayo (por negarse a los favores sexuales de Abderraman III) Retablo de Juan Sorera.


Sorprende ver la utilización de la imagen de Jesús flagelado, bien rodeado de jóvenes desnudos, con bellos cinturones y la ropa justa para taparles el sexo. Y cuando aparece la sangre es sobre un cuerpo muy bien musculado. Estas imágenes hoy formarían parte de una sesión de BDSM. Pero mejor os muestro una selección y vosotros mismos sacáis vuestras conclusiones.

Luca Signorelli

Ferraù Fenzoni, s XVI

Caravaggio

Cavaller d'Arpino, s XVI

Sebastiano del Piombo

Rubens 1616

Guercino (1658)

Luca Signorelli

Luca Signorelli

3 comentaris:

  1. A mí siempre me pareció muy erótica la imagen de un Cristo. Llámame perverso pero recuerdo aún cómo de pequeño no podía dejar de admirar los oblícuos del Cristo de mi parroquia...

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  2. Con el Renacimiento el cuerpo de Cristo y de los hombres santos adquirieron el prototipo de la belleza ideal griega. Así Jesús se convirtió en Apolo y desde entonces su imagen a variado muy pocas veces; el Barroco más adelante le añadió cierto amaneramiento y afectación. Es después con el naturalismo y realismo que Cristo toma ciertas formas más cercanas a la verdad anatómica, pero más a la occidental, olvidando los orígenes judíos y de hombre del Cercano Oriente.
    Bellas imágenes adornan tu interesante artículo.
    Saludos
    Félix

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  3. No quiero pensar en los suspiros (obviamente píos) que levantarían estas imágenes. ejem.

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