dimarts, 16 de juliol del 2013

HISTORIA DEL VIH/SIDA EN IMÁGENES. III PARTE: 1987-1991

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I Parte: http://leopoldest.blogspot.com.es/2013/06/historia-del-vihsida-en-imagenes-i.html
II Parte: http://leopoldest.blogspot.com.es/2013/07/historia-del-vihsida-en-imagenes-ii.html


1987: ISRAEL PAGALDAY MAIZTEGUI

La muerte, por el SIDA, de la madre de Israel fue el detonante que hizo pensar a algunos padres que el niño «tenía veneno» en la sangre y que sus hijos podían ser contagiados. 

Esta frase está extraída de la segunda noticia que publicaba el diario El País en relación con la expulsión del colegio María Goretti de Durango (Bizkaia), propiedad de las Hermanas Pasionistas, del niño de tres años Israel Pagalday Maiztegui por ser portador de anticuerpos del VIH. El artículo de El País que informaba de la noticia hablaba de «anticuerpos del SIDA», lo que es indicativo del grado de conocimiento de la enfermedad existente en la época, incluso entre profesionales de la información. La decisión se tomó por acuerdo unánime de la asociación de padres, la dirección y el personal docente del centro, cuando tuvieron conocimiento de que la madre de Israel, usuaria de drogas inyectables, había fallecido a causa del SIDA y que Israel presentaba anticuerpos del VIH. A Israel ya se le había denegado la matricula en otro colegio religioso. Osakidetza (Sanidad Pública Vasca) y el Ayuntamiento de Durango se manifestaron en contra de la decisión. Los abuelos de Israel, a quienes se había otorgado la tutela del niño, demandaron al colegio y reclamaron la readmisión. La trascendencia pública alcanzada por el caso les llevó a cambiarle los apellidos para evitar nuevos episodios de discriminación. La Consejería de Educación del gobierno vasco, una vez informada por parte de las autoridades sanitarias de la inexistencia de riesgos de contagio, decidió retirar la subvención al centro por tratarse de un colegio concertado. El colegio se negó a readmitir al niño a pesar de la sanción administrativa, pero sin la subvención pública, que suponía un 75% de su presupuesto, debería de cerrar sus puertas. En ese momento apelaron a la solidaridad de los demás padres y docentes. El planteamiento era algo así como: «Es una desgracia que nos haya tocado a nosotros, pero le podría haber ocurrido a cualquiera de vosotros». El caso no deja de ser tristemente asombroso ya que los estudios de aquel año indicaban que el 80% de la población española conocía como se transmitía el virus aunque se ha de decir que el mismo estudio indicaba que el 30% de la población rechazaba a las personas infectadas. 

Israel falleció en el hospital de Cruces a los catorce años de edad a consecuencia de la enfermedad. Su caso provocó la primera sentencia judicial en España a favor de la no discriminación de los niños infectados por el VIH. La experiencia contribuyó a que el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco pusiera en marcha un plan que ha permitido la escolarización de niños seropositivos.

En 1987 las compañías de seguros decidieron aumentar las pruebas y los cuestionarios para detectar posibles clientes seropositivos y denegarles la contratación de las pólizas u ofrecérselas a precios muy elevados. Está práctica es aún muy común en España. De hecho solo existe una compañía aseguradora que admite personas VIH positivas entre sus clientes.




1987: ¡PÓRTATE MAL! (NACE ACT UP)

En el 87 en España se aprueba la orden ministerial que obliga a realizar la prueba de VIH en todas las donaciones de sangre y órganos y es el año en el que el Ministerio de Sanidad promueve la campaña que quizás más permanece en el imaginario colectivo, «SI DA, NO DA», para promover el uso de los preservativos.

Mientras tanto en Nueva York, en marzo de 1987 en el Centro para la comunicad lésbica, gay, bisexual y transgénero, se fundaba ACT UP (acrónimo de Aids Coalition to Unleash Power, literalmente «molestar» o «portarse mal»), una organización fundamental en la lucha contra la epidemia y a favor de los derechos de las personas con VIH/SIDA, que defendía la acción directa para combatir la situación de crisis causada por la epidemia.

Larry Kramer, guionista y dramaturgo, que había sido expulsado de la GMHC (Gay Men’s Health Crisis), que él mismo había fundado, porque su postura resultaba excesivamente militante para los demás miembros, consideró que era conveniente que la GMHC continuara con su actividad de prestar servicios sociales pero que debía crearse otra organización que se ocupara de la acción directa, de protestar y lograr resultados de las instituciones públicas y empresas públicas. 

Una de las victorias más memorables del activismo contra el VIH/SIDA en general, y de ACT UP en concreto, sería la de lograr influir incluso en los contenidos y los procedimientos de la investigación científica. En este sentido fue crucial la acción en la que unos trescientos miembros de ACT UP y de las organizaciones canadienses AIDS Action Now! y Reaction SIDA irrumpieron en la inauguración de la V Conferencia Internacional del Sida celebrada en Montreal en 1989. Hasta entonces, en estas conferencias las personas con VIH/SIDA no tenían voz, se las trataba como abstracciones o estadísticas, o debían pagar 500 dólares de cuota de inscripción por asistir a un foro en el que se trataba asuntos relativos a la supervivencia. En Montreal se saltaron los controles y tomaron el micrófono en la sesión inaugural «en nombre de las personas con SIDA del mundo», pero además lo hicieron para quedarse dentro, para participar, no como un mero acto simbólico.

Una de las modalidades de las acciones que llevaron a cabo los miembros de ACT UP que tuvo mucha repercusión en los medios, y en consecuencia en la opinión pública y en las posturas de los políticos, fueron los conocidos como «funerales políticos». Una serie de miembros de ACT UP, que veían que estaban muriéndose a consecuencia del SIDA, consideraron que debía sacarse el ritual de los funerales del ámbito privado y convertirlo en un acto político más, con la intención de demostrar que los fallecimientos y los funerales eran la consecuencia de la falta de respuesta a otras reclamaciones y acciones previas. El primer funeral político, conocido como «la acción de las cenizas» (Ashes Action), tuvo lugar el 11 de octubre de 1992 en Washington, cuando once personas llevaron las cenizas de otros tantos fallecidos a causa del SIDA desde el Capitolio hasta la Casa Blanca. Escoltados por una manifestación de unas ocho mil personas, atravesaron la barrera de policías a caballo y equipados con antidisturbios y arrojaron las cenizas en el césped de la Casa Blanca.

Tres semanas después, la víspera de las elecciones presidenciales, un grupo de activistas acarrearon el ataúd abierto de Mark Lowe Fischer desde Washington Square a la sede del partido republicano, y responsabilizaron a Bush de la muerte de Fischer. El fallecido había escrito en sus últimas voluntades, bajo el título «Enterradme con furia», que deseaba que se mostrara la realidad de su muerte (algo que los estadounidenses no soportan, en su opinión), que se exhibiera su cadáver y el público fuera testigo, que su muerte fuera un testimonio tan fuerte como lo estaba siendo su vida, que su funeral fuera tan fiero y desafiante y que dejara testimonio de que su muerte de SIDA era una forma de asesinato político. Los manifestantes se enfrentaron a la policía, que trató de que desistieran de su empeño, y existen unas imágenes de la confrontación en las que, en medio de la trifulca, se ve el ataúd abierto y el cuerpo sacudiéndose dentro por los empujones



1989: EL DÍA MUNDIAL DE RESPUESTA AL SIDA

En 1989 fallecía uno de los principales artistas del siglo XX por complicaciones derivadas del SIDA, a los 42 años de edad: Robert Mapplethorpe. Aproximadamente un año antes de su muerte, ya enfermo, Mapplethorpe ayudó a fundar la Robert Mapplethorpe Foundation, Inc. Su visión de la Fundación era que sería «el vehículo apropiado para proteger su trabajo, para avanzar en su visión creativa, y para promover las causas que le importaban». Desde su muerte, la Fundación no sólo ha funcionado como su Patrimonio oficial y ayudado a promover su trabajo en todo el mundo, también ha recaudado y donado millones de dólares para financiar la investigación médica en la lucha contra el sida y la infección por el VIH.

Un año antes de la muerte de Mapplethorpe surgía, en la Cumbre Mundial de Ministerios de la Salud, la idea de dedicar un día a la lucha contra el SIDA, dentro de los programas para la prevención del SIDA. Desde entonces, la iniciativa la han seguido gobiernos, organizaciones internacionales y caridades de todo el planeta.

Se conmemoró por primera vez el 1 de diciembre de 1988. Se eligió la fecha del 1 de diciembre por cuestiones de impacto mediático (era un año electoral en Estados Unidos y la fecha quedaba suficientemente alejada de las elecciones como para atraer la atención de los medios de comunicación). 

ONUSIDA organizaba el Día Internacional de la Lucha contra el SIDA. Escogía un tema para cada año, después de consultarlo con otras organizaciones. En 2005 ONUSIDA entregó la responsabilidad de la conmemoración de este día a la organización independiente WAC (World Aids Campaign: Campaña Mundial contra el SIDA). 

En 2011 ONUSIDA decidió cambiar el nombre Día Internacional de la Lucha contra el SIDA por el de Día Internacional de la Respuesta al SIDA, por considerar que la palabra «lucha» tiene una connotación belicista.

1988 Comunicación
1989 Juventud
1990 Las mujeres y el SIDA
1991 Compartiendo la lucha
1992 Compromiso de la comunidad
1993 Actuar
1994 El SIDA y la familia
1995 Derechos compartidos, responsabilidades compartidas
1996 Un mundo. Una esperanza
1997 Niños viviendo en un mundo con SIDA
1998 Fuerza para cambiar: campaña mundial del SIDA con la gente joven.
1999 Escucha, aprende, vive: campaña mundial del SIDA con niños y gente joven.
2000 SIDA: los hombres hacen la diferencia
2001 A mí me importa. ¿Y a ti?
2002 Estigma y discriminación
2003 Estigma y discriminación
2004 Mujeres, chicas, VIH y SIDA
2005 a 2010 Para al SIDA. Mantén el compromiso.
2011/2012: Hacia el Cero. Cero nuevas infecciones. Cero discriminación. Cero muertes.

En 1989 la OMS recuerda que hay 157.000 casos acumulados de SIDA en el mundo. En España, el tercer país de Europa con más infecciones, el número de afectados es de 3.894

http://www.worldaidscampaign.org/



1989: SI TIENES VIH, AQUÍ NO ERES BIENVENIDO 

El 2 de abril de 1989, Hans Verhoef, un holandés con SIDA, fue encarcelado en Minnesota bajo la ley federal que prohibía a los viajeros con el VIH entrar en los EE.UU. (ley impuesta por la administración Reagan en el año 82 y derogada en 2009 por la administración de Barack Obama). En junio, una protesta en contra de la ley tuvo lugar en la ceremonia de inauguración de la V Conferencia Internacional sobre SIDA en Montreal, cuando 250 manifestantes con pancartas irrumpieron en el escenario.

En la actualidad aún existen países que prohíben la entrada a las personas VIH positivas: 

- 10 países niegan el ingreso
- 30 países deportan si descubren que la persona es VIH+
- 67 países imponen alguna forma de restricción al ingreso y la residencia
- 6 países niegan visas incluso para estancias cortas
- 21 países emiten información contradictoria al respecto
- 12 países no dan información sobre su postura
- 92 países no tienen restricciones

En la web http://hivtravel.org/ se pueden consultar las restricciones de entrada vigentes en cualquier país del mundo así como los hospitales y ONGs de referencia para personas VIH positivas.




1990: Y CON ÉL LLEGÓ EL ESCÁNDALO
En noviembre de 1990, la revista Life publicó una imagen de David Kirby agonizando y rodeado por su familia. El sufrimiento que transmite la foto y el aspecto de Kirby que recuerda un tanto a Jesucristo, contribuyeron a cambiar la percepción de la sociedad con respecto al SIDA. La autora de la fotografía es Therese Frare, entonces estudiante de periodismo. 

En 1990 Therese trabajaba como voluntaria en el Pater Noster House, un hospicio para enfermos de SIDA en Columbus. En marzo empezó hacer fotos alli para un trabajo universitario. Llegó a intimar con los empleados y con David Kirby, un activista del pequeño pueblo de Stafford (Ohio) que contrajo el SIDA a finales de los años 80 en California. David se había separado de su familia, pero quiso volver a morir entre los suyos.

Y además quiso otra cosa: que su agonía fuera documentada para concienciar a la sociedad de lo devastador que resultaba la epidemia del SIDA para familias y comunidades. Therese Frare cuenta que la madre de David, Kay, le pidió que fotografiara a la familia dándole el último adiós: «Entré en la habitación y me quedé en un rincón, callada, casi sin moverme y todo sucedió mientras miraba y fotografiaba. Después me di cuenta de que algo realmente increíble se había desplegado justo delante de mí».

En el reportaje de Life 2010 pueden verse varias imágenes más que tomó Therese Frare en el hospicio. Como por ejemplo las de Peta, un enfermero que cuidó a Kirby y que murió también de SIDA dos años después. 

David Kirby solo le puso como condición a Therese que las imágenes no fueran para beneficio personal. Su publicación en la revista Life tuvo impacto, incluso recibió el World Press Photo 1990, pero lo que realmente convirtió la imagen en un icono fue la decisión del polémico creativo publicitario de la marca Benetton, Oliverio Toscani, de usarla en una campaña.

Les acusaron de explotar el sufrimiento ajeno por motivos comerciales, la Iglesia protestó por las comparaciones con Jesus (Benetton tituló la campaña «Pietá», en referencia a la obra de Miguel Angel) y muchos se escandalizaron por la dureza de la imagen. La familia sin embargo siempre estuvo de acuerdo con el uso publicitario de la foto: «Simplemente sentimos que era el momento de que la gente viera la verdad sobre el SIDA», aseguró la madre de Kirby, «Y si Benetton podía ayudar, entonces bien. Ese anuncio fue la ultima oportunidad para la gente de ver a David, un recordatorio de que estuvo entre nosotros».

David Lawrence Kirby realizó su activismo debido al trato que recibió en los hospitales locales, que no estaban acostumbrados a tratar con el VIH. Kirby y su familia consideraban que el trato que le daban era inhumano y poco profesional (el personal médico se vestía con atuendo de enfermedades infecciosas para atenderlo). A medida que su enfermedad avanzaba la hostilidad por parte del de personal del hospital y el de apoyo aumentaba por lo que, en última instancia, Kirby y su familia pensó que sería mejor para él trasladarse a la Casa Pater Noster, un hospicio establecido para proporcionar atención médica y cuidados de larga duración para pacientes con VIH/SIDA en Columbus, Ohio, donde el personal y los voluntarios estaban mucho más preparados y el trato era más humano.

David Kirby falleció a los 33 años de edad.

Se estima que la imagen ha sido vista por más de un billón de personas. Y sobre todo se considera el punto de inflexión en la percepción del SIDA en la sociedad de la época.




1991: FALLECE FREDDIE MERCURY

La muerte de Rock Hudson en el año 85 dio un rostro humano al SIDA sin embargo no sirvió para evitar que algunos amplios sectores de la opinión pública dejaran de relacionar el SIDA con determinados grupos de población y, lo que es peor, siguiera pesando un estigma moralizante sobre la enfermedad. El SIDA podría acabar con una estrella de la talla de Rock Hudson, pero no era algo que pudiera afectar a cualquiera, según la conclusión que obtuvieron muchos de la trágica noticia. La percepción de que la enfermedad era algo que solo afectaba a homosexuales cambió de forma notoria en 1991 cuando el jugador de la NBA, Magic Johnson, anunció que tenía VIH.

Earvin (Magic) Johnson, considerado uno de los mejores baloncestistas de la historia, descubrió que era portador del virus al tratar de hacerse un seguro de vida pero lejos de mensajes negativos, sorprendió al anunciar que su esposa Cookie y el hijo que ambos esperaban no estaban infectados y que iba a dedicar su vida a luchar contra esa enfermedad. El entorno de la NBA se conmocionó, e incluso el presidente George H. W. Bush declaró: «Para mí, Magic es un héroe, un héroe para cualquiera que ame el deporte».

Su anunció tuvo una enorme repercusión y contribuyó a que la población general comenzase a dejar de asociar el VIH como algo que solo podía afectar a los gais. En su comparecencia ante las cámaras de televisión dijo, entre otras cosas, lo siguiente:

«Creo que a veces pensamos, bueno, sólo las personas homosexuales pueden infectarse, que no me va a pasar a mí. Y aquí estoy diciendo que le puede pasar a cualquiera, incluso a mí Magic Johnson».

Un par de semanas más tarde en el Reino Unido el 23 de noviembre, Freddie Mercury, cantante del grupo de rock Queen, confirmaba que tenía SIDA:

«Respondiendo a las informaciones y conjeturas que sobre mí han aparecido en la prensa desde hace dos semanas, deseo confirmar que he dado positivo en las pruebas del virus y que tengo el SIDA... Es hora de que mis amigos y mis fans en todo el mundo conozcan la verdad, y deseo que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que padecen esta terrible enfermedad para luchar contra ella».

Freddie Mercury, celoso de su intimidad, mantuvo en secreto durante dos años la noticia y solo hizo partícipe a algunas personas muy cercanas. Extremadamente delgado, virtualmente ciego, sedado y sin apenas poder hablar pasó sus últimos días. Quiso evitar la publicidad en todo momento y preparar todos los detalles antes de su muerte. Regaló coche y casa a sus amigos. Grabó una serie de vídeos sobre el SIDA para que se emitieran después de su muerte y en su testamento dejó claro que su fortuna, unos cinco mil millones de pesetas, irían destinados a la lucha contra el SIDA. En la ceremonia de su incineración, como él quería, se escucharon algunas grabaciones, entre ellas «Barcelona».

Tan solo un día después de la noticia que anunciaba que tenía SIDA, Freddie Mercury, fallecía a la edad de 45 años.

The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on



1991: EL SÍMBOLO DE LA TOMA DE CONCIENCIA


El color rojo fue elegido por «su relación con la sangre y la pasión, no sólo la rabia, sino amor, como un San Valentín». (Frank C. Moore).

El lazo rojo fue creado por Frank C. Moore, pintor y escenógrafo destacado del arte contemporáneo estadounidense, en el proyecto concebido por Visual Aids Artists, un grupo caritativo de artistas de Nueva York, para honrar a amigos y compañeros muertos. Los artistas que formaban el grupo querían crear un símbolo visible para mostrar solidaridad con las personas afectadas por el VIH, las fallecidas por el SIDA y sus allegados. Se inspiró en el lazo amarillo que algunas familias de soldados estadounidenses en la Guerra del Golfo colgaban en las puertas de sus casas, como símbolo de la esperanza en su regreso sanos y salvos. Se eligió el color rojo por su conexión con la sangre y el concepto de pasión; y se concibió para portar cerca del corazón simbolizando el amor. El lazo rojo enseguida se extendió entre los colectivos de lucha contra el SIDA. La primera figura pública que lo llevó fue Jeremy Irons en los premios Tony de 1991. Pronto pasó a ser el símbolo de la prevención y lucha contra el SIDA, convirtiéndose en un emblema políticamente correcto y accesorio de moda en las solapas de los famosos. El lazo rojo se extendió por el mundo representando los esfuerzos para combatir la enfermedad y prevenirla. 

En 1996, Naciones Unidas lo instauró como el símbolo internacional de toma de conciencia sobre el SIDA. El lazo significa: solidaridad, aceptación, compromiso, conocimiento, acción y apoyo.

Frank Charles Moore murió a los 48 años de edad por complicaciones derivadas del VIH.




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