Fue un monje benedictino, arzobispo de Canterbury, que destacó como teólogo y filósofo escolástico, se le recuerda por ser padre de la escolástica. También por sus continuas disputas con los primeros monarcas de la casa Plantagenet, aunque él era normando como ellos. Entre las disputas con la monarquía podemos destacar en 1102 su enfrentamiento con los poderes públicos por querer estos condenar la sodomía: "Este pecado ha sido hasta ahora tan público que difícilmente se hallará alguien que se sienta turbado por él y muchos han caído porque no tenían conciencia de su gravedad."
Según Rictor Norton, en sus cartas habla de la pureza de la amistad, elogia el celibato, pero también se evidencia un evidente deseo erótico frustrado, o la angustia que le causa y también los celos.
El epistolario de san Anselmo es anterior a las prohibiciones y persecuciones que contra la sodomía se iniciaron avanzado el siglo XIII, época de Boswell califica como "del último florecimiento del amor homosexual". Según él tuvo relaciones muy emotivas con un monje llamado Lanfranco, le siguieron varios de sus discípulos a los que se dirigía como su «amado amante» (dilecto dilectori)
Allí donde vayas te seguirá mi amor, y allí donde yo esté mi deseo te abrazará ... Entonces, ¿cómo podré olvidarte? ¿Cómo eliminar de mi memoria al que está impreso en mi corazón como un sello en la cera? Sin que digas una sola palabra, sé que me amas, y sin decir yo una sola palabra, sabes que te amo. // ¿Qué podrá mostrarte una carta mía que tú no conozcas ya, mi alma gemela? Ve a la más recóndita cámara ... de tu corazón y contempla la devoción de tu verdadero amor; entonces conocerás el amor de tu verdadero amigo.
En otra carta podemos encontrarla profunda tristeza y la angustia que le produce la ausencia de de su amigo amado "dulces son para mí, mi dulcísimo amigo, los dones de tu dulzura, pero no pueden ni siquiera comenzar a consolar mi desolado corazón de la necesidad de tu amor. Aun cuando enviaras cada aroma de perfume, cada brillo de metal, cada gema preciosa, cada hebra de la ropa, nada podría reconfortar mi alma del dolor de esta separación, salvo el retorno de la otra mitad." Para mas adelante señalar los celos que le produce esta separación "Pero con la separación tú has ganado la compañía de alguien más, a quien tú no amas menos –o incluso más– que a mí; mientras que yo te he perdido y no hay nadie que ocupe tu lugar. Por tanto, tú tienes consuelo, mientras que a mí no me ha quedado otra cosa que el corazón roto."
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