En la serie norteamericana Nashville aparece un personaje, Will Lexington, un homosexual armarizado que intenta mostrar su nada evidente heterosexualidad seduciendo mujeres, incluso llegándose a casar con una de ellas. Aunque muchos homosexuales viven en esta ciudad sudista abiertamente su sexualidad, una figura del country difícilmente puede triunfar siendo gay.
Este personaje me ha recordado a la teoría de Gregorio Marañón según la cual el prototipo de las masculinidad hispana, Don Juan Tenorio, en realidad era un gran narcisista con tendencias homosexuales. Menudo disgusto entre los defensores de las esencias patrias. Ya nadie es lo que parece, ni la monja alférez, al final un señor, ni Góngora, el "apenas hombre", o Quevedo, que acabó sus días amancebado con un pilluelo, o Cervantes, a este ni nombrarlo ¡¡¡ Siempre nos queda el Cura Merino y Santiago y Cierraespaña.
Pero Don Gregorio deja las cosas en su sitio, "Yo quiero demostrar que Don Juan viene del mundo de la leyenda, pero no tiene nada de español" y de sevillano aun menos. Claro que para Don Gregorio lo que señala la masculinidad hispana son la monogamia, el hogarismo familiar y el sentimiento religioso. Casi nada. Para este autor Don Juan no deja de ser un monstruo frente a las esencias de los valores castellanos, per ello según Marañón, no podía ser otra cosa que un enfermo narcisista con tendencias homosexuales. No en vano adaptó las teorías freudianas del momento a los valores patrios de la España sempiterna.
Don Juan amargado por la figura represora de su padre hará las delicias de los amigos del psicoanálisis |
Aun hoy, 400 años después de la creación del mito son muchas las teoría sobre de quien en realidad se refiere. Marañón creía que era un tal Cristobal Tenorio seductor de una hija de Lope de Vega, con quien se batió en duelo de honor. Aunque uno de los personajes que parece mejor inspiraron el personaje fue Juan de Tassis Conde de Villamediana, (1582 - 1622).
Brillante, culto, incisivo y provocador, a Juan de Tassis le tocó vivir una de las épocas más oscuras de la historia de España. Denunció la corrupción tanto de los gobiernos de Felipe III, como los de Felipe IV. Este hecho le granjeó numerosos enemigos y algún que otro destierro. También una espectacular fama de mujeriego lo colocó en las camas más ilustres de la Villa y Corte, incluido en el de la reina.
Retrato de Don Juan de Tassis. |
Pero, ¿qué personalidad se escondía detrás de este personaje tan mujeriego? ¿Sus relaciones con las mujeres iban más allá del galanteo? ¿Tuvo realmente relaciones sexuales con ellas? Según Marañón (1) sus relaciones heterosexuales fueron puramente "platónicas". Pero al igual que su misterioso asesinato, lo que ocurrió en realidad hoy es muy difícil de conocer, como en muchas ocasiones nos movemos en el terreno movedizo de las hipótesis más o menos bien fundamentadas..
Hoy se conoce que tras la muerte del conde se descubrió un numeroso grupo, formado por nobles, criados, bufones y esclavos, que se encontraban secretamente para mantener relaciones homosexuales. En la lista estaban tanto el Conde de Villamediana como el propio Felipe IV. La Inquisición abrió proceso y el rey mandó ocultar su nombre del proceso.
La Inquisición no tenía competencias en la persecución de la sodomía en Castilla, a diferencia de Aragón o Catalunya, por lo que los procesos que iniciaba eran por herejía. La pena podía ser la hoguera o el envío a galeras, pocos se libraban de las horribles torturas. En este caso el rey desapareció de la lista, al conde no lo pudieron juzgar al estar ya asesinado, los nobles lograron huir, pero los reos más humildes acabaron en la hoguera en Madrid. Para Gregorio Marañón el jefe de la banda era sin duda Don Juan de Tassis.
Señalar cualquier opción hoy seria muy arriesgado. Entre sus enemigos, como no, estaban Quevedo o Lope de Vega, pero su gran amigo fue Góngora, a él se atribuye este poema póstumo:
Mentidero de Madrid
Decidnos ¿Quién mató al conde?
Ni se sabe, ni se esconde
Sin discurso, discurrid.
Dicen que lo mató el Cid
Por ser el conde Lozano.
¡Disparate chabacano!
La verdad del caso ha sido
Que el matador fue Bellido
Y el impulso, soberano.
(1) Gregorio Marañón, “Don Juan: ensayos sobre el origen de su leyenda. Madrid”
Una joya de blog.
ResponEliminaHe llegado con la entrada de fotografías y me he robado algunas que me han encantado!
Gracias por compartir toda esta información, se valora muchísimo.
Guardado en mis pestañas para leer el blog enterito!
Un saludo (:
Gracias amigo anónimo ¡¡
EliminaMarañón parecía una fábrica de hacer citas, algunas delirantes, con perdón, (lo de la monogamia como rasgo español es que es la monda, al igual aunque lo has mencionado de pasada que la exaltación de Castilla en aquellos años) Sin embargo, esta vez estoy de acuerdo con él. La única motivación que tiene don Don Juan para todas sus fechorías es "tenerla más grande"(con perdón por la vulgaridad pero es exacta)que Don Luis, vamos que quiere seducirle mostrando su superioridad y Don Luis se perece por ser seducido. Me estoy refiiendo por supuesto a las obras literarias.
ResponEliminaPor otro lado hay en muchas si no en todas las culturas personajes semejantes (en Jaoon el Principe Genji) lo que hace que cualquier cosas que quiera relacionar cualquier visión limitada a una de ellas identificandolo con una u otra cosa, no dejan de ser tonterías de una visión con orejeras de la realidad.
Por cierto: uno de los mejores blogs que he visto, aunque no haya dejado ningún comentario siempre me has dejado con la boca abierta. Un saludo.
Gracias por el comentario ¡¡¡
ResponEliminaInteresantísimo... ahora iré a leer los artículos sobre Góngora y Quevedo que me has compartido. Por cierto, Juan de Tassis era poeta, no un poeta de primer rango pero tampoco un poetastro, tiene versos quizá un poco tópicos pero conseguidos. Y respecto a la letrilla que compartes, más me parece lopesca que gongorina, la verdad. Un abrazo. No me has contestado sobre si has puesto algo sobre Francisco de Aldana, cuya epístola a Arias Montano es una de las cumbres de la literatura homófila de todos los tiempos. Cernuda se refirió a él como al divino Aldana, y se comparó en cierto modo cuando, hablando de sí mismo, dijo aquello de "Cubriéndome por fin, lo mismo que cubristeis A otros que, superiores a mí, esa ignorancia vuestra Precipitó en la nada, como al gran Aldana." La homosexualidad proscrita.
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