Cuando el bruto rey de Micenas, Agamenón, marchó a la Guerra de Troya dejó a su mujer Clitemnestra al cuidado de Egisto. Pero una vez ausente ambos se convirtieron en amantes. Para evitar testimonios que puedieran complicar la relación, ella envió su hijo Orestes a Fócide, al cuidado de su rey Estrofio, alli creció junto a su hijo Pílades. Así empezó una larga relación afectiva y amorosa.
Al regreso de Troya el rey Agamenón fue asesinado por el amante de su esposa, Egisto. Sobre la posterior venganza hay varias versiones. Según la Orestiada de Esquilo Orestes con la ayuda de su amado amigo asesinaron a Clitemnestra, después Pílades tuvo que consolar los remordimientos del parricida.
Ofrenda de Orestes y Pílades, s I, Museo del Prado. |
La estrecha relación entre Orestes y Pílades ha sido presentada como modelo de amistad y en muchos casos tambien se ha señalado una evidente relación homosexual:
""La Fócide unió a Orestes y Pílades desde su misma niñez. Tomando al dios como mediador de sus sentimientos mutuos, navegaron juntos como si fueran en un mismo navío de la vida. Ambos mataron a Clitemnestra como si ambos fueran hijos de Agamenón, y a manos de ambos murió Egisto. Pílades sufrió más por el acoso de las Furias a Orestes y lo defendió cuando lo estaban juzgando. Los afectos de la amistad no estaban limitados a las fronteras de Grecia, sino que navegaron hasta los últimos límites de Escitia, cada vez que uno enfermaba y el otro le cuidaba. En todo caso, tan pronto como arribaron al país de los Tauros, la Furia de los matricidas dio la bienvenida a los extranjeros, y cuando los nativos se pusieron en torno de ellos, Orestes cayó al suelo afectado por su habitual locura y quedó tendido, pero Pílades
le limpiaba la espuma y cuidaba de su cuerpo
y extendía delante de él su mano de fuerte trama para protegerle
dando la sensación no sólo de un amante, sino también de un padre. Y en todo caso, cuando se decidió que uno quedaría allí para que lo mataran y el otro volvería a Micenas para llevar una carta, ambos querían quedarse en beneficio del otro, considerando que él mismo vivía en la supervivencia del otro. Orestes rechazó tomar carta, alegando que Pílades era más adecuado para hacerlo, comportándose casi como amante más que como amado:
La muerte de este hombre sería una terrible desgracia para mí.
Pues yo soy el piloto de la nave de esta desgracia.
Y poco después dice:
dale la carta a mi compañero.
Yo la enviaré a Argos, como a él le convenga
y a mí deja que me mate quien quiera.
Así suele ocurrir generalmente. Cuando el amor serio nos es inculcado desde la niñez y madura en la edad que ya es capaz de razonar, el objeto de nuestro afecto duradero concede amor en correspondencia y es difícil darse cuenta de quién de los dos es el amante, como si la imagen del cariño del amante se reflejara en la del amado como en un espejo.""
Luciano: Amores en Obras III (Gredos, 1990) (Texto "" procedente de "Una mirada Gay: "http://unamiradagay.blogspot.com/2009/01/2.html ")
Orestes y Pílades, François Bouchot. |
Orestes reinó en Micenas y Pílades casó con su otra hermana Electra.
Orestes y Pílades, Pompeya |
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