dilluns, 5 de març del 2012

MIRAR UN CUADRO: LA BATALLA DE POITIERS DE EUGÈNE DELACROIX


«Cuando pinto un cuadro, no escribo un pensamiento». Eugène Delacroix






El cuadro muestra una gesta supuestamente heroica del rey Juan II el Bueno, rescatando a su hijo Felipe el Atrevido en medio de la Batalla de Poitiers, en 1956. La obra resalta la figura del monarca y su hijo, mientras oscurece la del Príncipe de Gales (a la derecha de Juan II, izquierda del espectador). El segundo monarca de la casa Valois ocupa la parte mas alta de la zona representada mientras la lucha gira a su alrededor. Tanto él como su hijo aparecen resaltados sobre el resto de luchadores oscurecidos.

A pesar de lo que nos muestra Delacroix, la batalla fue una de las mas estrepitosas derrotas francesas de su historia. Una de las características del romanticismo podemos verlo en este cuadro: la utilización de la historia con fines nacionalistas, en este caso  el heroísmo de un rey inútil y francés se antepone a una terrible derrota. El cuadro fue pintado en 1830 por Eugène Delacroix y puede contemplarse estos días en el Caixaforum de Barcelona.

Aun así el cuadro nos presenta la causa de tan estrepitosa derrota, armados de pesadas armaduras los franceses perdieron a sus caballos y cayeron en manos de sus enemigos que mucho mas ágiles acabaron rodeándoles.


CONTEXTO HISTÓRICO

La Guerra de los Cien Años fue una lucha de dinastías motivada por la aplicación de la Ley Sálica que impidió el paso a la corona a Juana de Navarra o Isabel de Francia (madre de Eduardo III Plantagenet), ultimas descendientes de la casa capeta. Ello llevó a ser proclamado rey Felipe VI, sobrino de Felipe el Hermoso y miembro de la casa Valois.

Los tres hijos de este rey murieron sin descendencia masculina, salvo el caso de Juan I que murió niño y en extrañas circunstancias. Juana de Navarra era la legítima heredera, pero se alegó que era bastarda y se la apartó de la sucesión. Isabel, casada con Eduardo II, se la apartó una vez aprobada y reformada la Ley Sálica.

Los Plantagenet eran de origen normando y, aunque reinaban en Inglaterra, sus posesiones en Francia eran superiores a las del propio rey, por ello no solo aspiraban a la corona francesa, también evitar que una nueva dinastía aminorara su poder en el continente.

Juan II era un inepto, traidor, vengativo y cruel. Se unió al infante castellano Carlos de la Cerda al que nombró condestable y duque de Angulema. Posiblemente fueron amantes, lo que sublevó a parte de la nobleza y asesinaron al condestable, tal como le ocurrió a Piers Gavestón en Inglaterra o Alvaro de Luna en Castilla.A Juan le llamaron desacertadamente "el bueno" en contraposición de su rival navarro Carlos a quién llamaron "el malo".

En la batalla de Poitiers estuvo tan combativo como inepto fue el planteamiento de la batalla. Armados sus hombres de fuertes y pesadas armaduras fueron pronto reducidos por el ejército normando-inglés, menor en contingente.

LA EXPOSICIÓN EN EL CAIXAFORUM


Entre el 15 de febrero y el 20 de mayo en el Caixaforum de Barcelona está la exposición "Delacroix (1798-1863), una muestra amplia de su obra en la que podemos ver virtudes y excesos de este mas que prestigioso pintor romántico. Podremos ver su especial visión de la história, viajar por la literatura, por los mundos exóticos del Norte de África o por Grecia. La política, la literatura o la religión tienen también su cabida. Fausto oHamlet, Lord Byron o Walter Scott están también presentes . 130 obras, gravados, oleos y pinturas forman parte de esta exposición.

En este recorrido podremos observar la influencia que ejerció en su obra autores como Goya o Rubens, también la huella que su trabajo dejó en los impresionistas franceses o en el pintor catalán Marià Fortuny.  El próximo 16 se inaugura otra exposición sobre Goya en el mismo Caixaforum, a pocos metros de este recinto está el MNAC donde pueden observarse las obras mas importantes de Fortuny. Merece la pena darse una vuelta para ver estas influencias.



HAMLET.- ¡Ay, pobre Yorick! Yo lo conocí, Horacio ... Era un hombre sumamente gracioso y de la más fecunda imaginación. Me acuerdo que siendo yo niño me llevó miles de veces sobre sus hombros; ¡Y ahora su vista me llena de horror! Y mi pecho se agita. Aquí estuvieron aquellos labios que yo besé muchas veces. ¿Dónde están ahora tus burlas, tus brincos, tus canciones, y aquellos chistes brillantes que animaban la mesa con alegre estrépito? ¿No te burlas ahora de tu propia sonrisa? ¿Se te han caído completamente los músculos? Entra en el tocador de alguna dama y dile que, por más que se ponga una gruesa capa de pintura en el rostro, llegará a tener esta apariencia. Haz que se ría de eso ... Horacio, dime una cosa.


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